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VALLADOLID
Desde Simancas a Valladolid. El Paseo Zorrilla. Las plazas de toros. La Estación de ferrocarril.
Barrios de la ciudad. El Campo Grande. La Plaza de Zorrilla. La calle de Santiago. La Plaza Ma yor. Por el
centro de la ciudad: Universidad. Plaza Circular. Plaza de España. La Casa de Cervantes. Vuelta a
Madrid.
Desde Simancas a Valladolid el viajero sube a un autobús que hace la
ruta de ida y vuelta entre ambas poblaciones. La carretera bordea el río
Pisuerga y entra en Valladolid por el llamado Camino Viejo de Simancas, que era
la entrada habitual antes de la construcción de la autovía de Tordesillas.
Por el Camino Viejo de Simancas se llega
al Paseo Zorrilla, cerca del barrio de
La Rubia , y se
abandona el río Pisuerga, que se desvía ligeramente hacia el norte. Cuando se
pasa por las proximidades del Puente de la División Azul , cerca
del barrio de la Farola ,
de reminiscencias ferroviarias, el tráfico se hace más intenso. El barrio de la Farola está junto a la
antigua estación del ferocarril de Ariza, que sale de la ciudad por la factoría
Fasa-Renault, situada al sudeste del núcleo urbano. Ello permitía el traslado a
Cataluña de manera directa de buena parte de la producción de automóviles de la
empresa. Este ferrocarril ya no está en funcionamiento porque no era muy
rentable en los últimos años.
El Paseo Zorrilla se desvía del barrio
de la Farola
hacia el centro de la ciudad. Es una vía de conexión del centro con los
barrios populosos del sur y con la zona industrial del Polígono de Argales.
El Paseo Zorrilla es también, según se acerca al centro, una zona peatonal y
comercial, y un lugar de encuentro de los vallisoletanos en las cafeterías y en
las terrazas de sus grandes aceras, cuando llega el buen tiempo. El Paseo
Zorrilla cruza el Paseo del Puente Colgante, que va a la Estación de ferrocarril
del Norte. En esta zona está la nueva plaza de toros.
El Paseo Zorrilla se curva hacia el
antiguo Campo de Marte, que hoy es el Parque del Campo Grande. El viajero quiere
visitar la Estación
de ferrocarril y sacar un billete para Madrid en el último tren. Se desvía por
el Paseo del Puente Colgante y la calle de Recondo. La Estación del Norte se
inauguró en 1895, aunque el tren llegó a Valladolid antes, en 1856. Desde
finales del siglo XIX, y hasta 1933, los tranvías llegaban hasta la Estación del ferrocarril.
Un vistoso reloj da las horas en el frontispicio de entrada a las dependencias
interiores de la Estación ,
a las vías de paso de los trenes y a una moderna cafetería.
Al otro lado de la Estación están los
barrios de Delicias y San Isidro, de fuerte sabor ferroviario. El ferrocarril
supuso para Valladolid su actual desarrollo industrial. El barrio de Delicias
fue creciendo según lo hacía el ferrocarril. La vía férrea produjo en muchos
casos la separación de dos zonas en la ciudad, con difícil comunicación, una
barrera a veces infranqueable y peligrosa de cruzar, tal como ocurría en los
barrios situados más al norte, como la Pilarica , Belén o Pajarillos Altos, donde todavía
hay pasos al mismo nivel que las vías, con gran peligrosidad para automóviles,
peatones y ciclistas.
El viajero vuelve hacia el centro, por la Plaza de Colón, para entrar
en el Parque Central de Valladolid, el Campo Grande. En la Plaza de Colón está el
monumento al célebre navegante. Colón vivió sus últimos años en Valladolid, y
esta ciudad no tenía ningún monumento en su memoria hasta 1905. La actual
escultura fue realizada por Antonio Susillo para el puerto de La Habana antes de su independencia,
pero los avatares de la guerra colonial impidieron que fuera a parar a su
inicial destino, y después de muchas dificultades se quedó en Valladolid.
El Campo Grande se diseñó en la época
de Carlos III. En tiempos anteriores se llamó Campo de la Verdad , porque en el se
celebraban justas y torneos, y también hubo patíbulos y hogueras, con el fin de
que la Inquisición
sofocara el casi siempre oculto peligro del luteranismo y la Reforma religiosa. Hoy es
un jardín que aún recuerda su pasado romántico, lugar de entrada a la ciudad desde
las próximas estaciones de ferrocarril o de autobuses, y sitio de recepciones
y paseos de los vallisoletanos. José Zorrilla lo describió como:
"una explanada áspera y escueta abierta a
todos los vientos y encerrada entre fachadas y tapiales de iglesias y
conventos."
En
la época de Zorrilla pasaba por uno de los extremos del Campo Grande la
carretera de Madrid. El alcalde Miguel Iscar, en 1880, y sus continuadores
ajardinaron el Parque, no sin la oposición de algunos estamentos ciudadanos, y
lo cerraron con la verja actual. En 1894 se construyó la Plaza de Zorrilla en uno de
los extremos del Campo Grande, donde confluyen el Paseo del mismo nombre y la
"Acera de Recoletos", que viene desde la Plaza de Colón. En esta zona
estaba el antiguo convento de recoletos de San Agustín. El último trazado es
de 1954 y presenta edificios de arquitectura modernista y novecentista, y es
un agradable paseo en los días soleados del invierno y la primavera por su
orientación al sudoeste.
Al final del paseo Zorrilla está la
plaza del mismo nombre. Junto a ella se yergue el edificio de la Academia de Caballería,
diseñado por el Comandante de Ingenieros Adolfo Pierrod. La Plaza de Zorrilla es amplia
y está abierta al Campo Grande, a la calle de Santiago y a los barrios
antiguos de la ciudad. El viajero dirige su mirada, de nuevo, a la Acade mia de Caballería y a
la calle de San Ildefonso, que va hacia el Pisuerga, desde la esquina del
edificio de la antigua Caja Postal, antes de entrar en la peatonal calle de
Santiago, y abandonar la plaza del dramaturgo vallisoletano, céntrico núcleo
comercial y financiero de la ciudad.
La calle de Santiago puede
constituir un resumen de la historia de Valladolid. En el siglo XII existía una
ermita dedicada al Apóstol, extramuros del primer recinto amurallado. En el año
1260 se construyó el convento de San
Francisco muy cerca de la
Plaza Nueva del Mercado, que hoy es la Plaza Ma yor. En 1321 se
concluyó el cerramiento de la segunda cerca,
que abarcaba por la zona sur de la ciudad las edificaciones entre la Plaza Mayor y el Campo
Grande. Con ello toda la calle de Santiago quedó dentro de la cerca ciudadana.
En el año 1506 se construyó el convento de las Religiosas Comendadoras de
Santiago, que ocuparon posteriormente las Dominicas Francesas, situado en el
medio de la calle. Un poco más adelante está la iglesia de Santiago, en el
lugar de la ermita inicial, que tiene alguno de sus retablos esculpidos por
Berruguete.
La calle de Santiago fue zona
de asentamiento de artesanos cofreros y ebanistas, hasta el incendio de 1713, y
posteriormente lugar de comercios de calidad, de fondas y hospederías, de
cafés y grandes almacenes, y también la sede inicial del Diario Regional y del
rotativo Libertad. Hoy, transformada en calle peatonal, es el paso obligado al
centro antiguo para un turismo en creciente aumento, que visita la zona
monumental. En la calle de Santiago se asientan actualmente despachos de
notarios, médicos, abogados, y gestores administrativos.
El Viajero, por la calle de Santiago,
llega a La Pla za
Mayor, que fue reconstruida después del incendio de 1561. Anteriormente fue
la primitiva Plaza del Mercado. En sus proximidades, en la antigua plaza del
Ochavo, que estaba unida a la
Plaza Mayor , fue ajusticiado el Condestable Don Alvaro de Luna,
valido de Juan II, en 1453. Varias calles de pequeña longitud confluyen en la Plaza Mayor : Lencería,
Jesús, Pasión, Ferrari y Manzana. En esta última calle estuvo uno de los primeros
hoteles de la ciudad, el Gran Hotel Imperial. En la Pla za Mayor está el
Ayuntamiento y el monumento al Conde Ansúrez, el primer artífice de la ciudad. La Plaza Mayor es otra
zona de encuentro de los ciudadanos, a la caída de la tarde, en las terrazas de
sus cafés, y en los bancos municipales.
El viajero continúa paseando por las
calles y plazas del centro de la ciudad: la calle del Peso, la plaza de Poniente,
la plaza de los Leones de Castilla, las calles de San Benito, San Ignacio y
San Quirce. Llega a la Plaza
de San Pablo y se queda mirando largo reto la fachada de la iglesia del Santo.
El convento fue fundado por la reina Doña Violante, esposa de Alfonso X el
Sabio, y erigido posteriormente por Doña María de Molina y por el cardenal
Torquemada. La iglesia es de estilo gótico, con tallas de Gregorio Fernández, y
fue terminada en el siglo XV, siendo una de las más monumentales de las postrimerías
de este estilo en Castilla.
Junto a San Pablo está el Colegio de
San Gregorio, que tiene otra magnífica fachada con aspecto de retablo. El patio
central de San Gregorio es de estilo plateresco y tiene artificiosas
decoraciones en yeso de gran suntuosidad. El Colegio de San Gregorio alberga
actualmente al Museo Nacional de Escultura, con numerosas obras de Berruguete,
Juan de Juni, Siloee y Gregorio Fernández.
En una de las esquinas de
Por la calle de las Angustias, el
viajero se acerca a la iglesia de Santa María la Antigua , fundada en
tiempos del conde Ansúrez, con su emblemática torre románica, que aparece en
todas las representaciones turísticas de la ciudad de Valladolid. El interior
es de estilo gótico del siglo XIII. Frente a ella, en el otro extremo de la
plaza, está Santa María la Mayor ,
conocida como la
Colegiata. En la misma manzana, dando la vuelta por la Plaza de la Universidad y la calle
del cardenal Cos, tiene el acceso la Catedral. Se empezó a construir en el año 1527.
Varios arquitectos, y finalmente Juan de Herrera, diseñaron los planos de esta
iglesia, que no llegó a terminarse. El interior es de estructura clásica con
decoraciones barrocas y alberga tallas de Juan de Juni en el Retablo Mayor, y
otras esculturas de Gregorio Fernández.
Por la calle de la Merced , donde está uno de
los institutos de Segunda Enseñanza más antiguos de Valladolid, y por la calle
de Cervantes se llega a la Plaza
de Pérez Galdós, que también se conoce como Plaza Circular. Cerca de ella, al
otro lado de la vía del ferrocarril, está el barrio de San Isidro, en la
salida este de la ciudad, por la carretera de Soria. San Isidro fue también
patrón de Valladolid, cuando la ciudad tenía una mayor población de
agricultores y ganaderos. En el barrio hay una ermita dedicada al santo donde se
ha celebrado una romería, el día 15 de mayo, desde hace mucho tiempo.
Desde la Plaza Circular , por
la calle de Tudela, el viajero llega a la Plaza de la Cruz Verde , y por Alonso Pesquera cruza las
calles del Salvador y Fray Luis de León. Entra en la iglesia de El Salvador, en
la calle del mismo nombre y pasa junto a la Casa del Escudero Herrera, en Fray Luis de León,
que tiene una de las fachadas más nobles de la ciudad. En la calle de Teresa
Gil, antigua abadesa del Monasterio de las Huelgas, de gran importancia en la
ciudad, estuvo el Palacio de las Aldabas, donde nació el rey Enrique IV en
1425. En una iglesia de la misma calle reposan los restos de Rodrigo Calderón,
el valido de Felipe III, ajusticiado en Madrid por cortejar públicamente a la
reina.
Por estas calles se llega a la Plaza de España, la antigua
plaza del Campillo, donde estuvo el célebre mercado del siglo XIX, hoy
desaparecido. La Plaza
de España tiene una zona central ajardinada, con aceras que permiten el paso de
peatones. Una gran bola del mundo en movimiento atrae la curiosidad del
viajero. Hay mucho tráfico en esta plaza que se va distribuyendo por las calles
contiguas. La Plaza
de España es otra de las zonas bancarias y comerciales de la ciudad.
Por la calle de Miguel Iscar,
el conocido alcalde de finales del siglo XIX, el viajero abandona los barrios
antiguos de Valladolid, no sin antes visitar la Casa de Cervantes,
actualmente restaurada, con grandes enredaderas en las paredes y un brocal de
pozo en el jardín. Cervantes vivió en ella desde 1603 a 1605, y escribió aquí
la primera parte de "El Quijote" y algunas novelas ejemplares. La Corporación Municipal
visita la Casa
de Cervantes todos los años el día 23 de abril, aniversario de su muerte, con
gran pompa y boato.
A la caída de la tarde el Campo Grande está repleto de gentes que pasean, de música en las plazoletas, de niños que corretean entre los bancos y las personas mayores. Por
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