Los reyes godos Recesvinto y Wamba estuvieron enterrados en el Monasterio de Santa María de Wamba, en el corazón de los montes Torozos hasta que Alfonso X los trasladó a Toledo. La leyenda cuenta que entre los reyes godos era costumbre que se celebrase la elección y el nombramiento del nuevo rey allí donde muriera el anterior. Ello ocurrió en la sucesión de Recesvinto por el nuevo rey Wamba.
Recesvinto fue enterrado en la Iglesia de Santa María, en uno de los sarcófagos que todavía se conserva, en el año 672 en la población llamada entonces “Gerticós”, nombre que fue cambiado por Wamba, en honor del nuevo rey.
Recesvinto habia creado, junto con su padre y antecesor Chindasvinto, un cuerpo de leyes común para los dos pueblos del reino, los hispanorromanos y los visigodos: el “Liber Iudiciorum”, llamado también Código de Recesvinto.
Durante su reinado se reinició la política antijudía de varios de sus antecesores, que había sido suspendida por Chindasvinto. Decretó que todos los los judíos, que profesaran su fe, serían desterrados del reino. Ningún judío bautizado podría abandonar la fe cristiana ni celebrar las festividades del “Sabatt”, ni de la Pascua judía.
No podían tampoco respetar sus restricciones alimenticias ni testificar contra los cristianos. La pena por el incumplimiento de estas leyes era la hoguera o la lapidación.
En el comienzo de su reinado hubo una revuelta protagonizada por los vascones, que asolaron las tierras del valle del Ebro y sitiaron la ciudad de Zaragoza. Recesvinto reaccionó rompiendo el asedio y dando muerte a los caudillos de la revuelta.
Estas rebeliones continuaron durante el reinado de Wamba. Al mismo tiempo volvieron a alzarse los vascones y la ciudad de Nimes, en la Septimania. Wamba organizó dos ejércitos, uno a sus órdenes contra los vascones y otro al mando del duque Paulo contra los rebeldes septimanos.
Paulo marchó a Zaragoza y luego a Narbona. Allí decidió enfrentarse a Wamba. Se le unieron el “dux” de la Tarraconense , Ranosindo, y otros rebeldes y le proclamaron rey.
Paulo y los suyos buscaban la secesión de la Septimania y la Tarraconense para constituir un nuevo reino. Este hecho no tenía precedentes en la historia visigoda, porque el reino era patrimonio del pueblo, no patrimonio personal del rey. Wamba interrumpió la campaña contra los vascones y derrotó completamente a los septimanos y tarraconenses.
Reino visigodo
En el año 673 Wamba proclamó una ley que imponía el servicio de armas a todos los súbditos del reino. En su preámbulo lamentaba los males que había causado la inasistencia militar de parte de la población
Los visigodos se habían transformado de un pueblo belicoso y guerrero en un pueblo en el que la nobleza era pacífica y terrateniente. Los visigodos ahora se ocupaban de la agricultura y no del servicio de armas.
Wamba
Se reunió la asamblea de nobles, que proclamó rey a Ervigio, y se convocó el XII Concilio de Toledo en el año 681 con el fin de legalizar la sucesión. El concilio ratificó la legalidad de la ordenación de Wamba y la posterior elección de Ervigio. Se suavizó la ley militar de Wamba, que había tenido grandes dificultades de aplicación y se consideró la preeminencia del obispo metropolitano de Toledo sobre todos los demás obispos del reino.
Wamba pasó los últimos años de su vida en un convento. En 1845 los restos mortales de Recesvinto y Wamba fueron introducidos en una arqueta de madera forrada de terciopelo rojo y trasladados a la Catedral de Toledo, donde fueron depositados en el salón principal de la sacristía de la Catedral, lugar en el que permanecen actualmente.
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