En el
año 1600 la corte de Felipe III se trasladó a Valladolid y en 1606 regresó de nuevo a Madrid.
Durante esos seis años Valladolid realizó grandes mejoras urbanísticas. Ganó también mucho en el aspecto cultural y
financiero. En el
verano de 1604 se trasladó Miguel de Cervantes con su mujer a vivir en Valladolid.
Allí se reunió con sus hermanas y su hija Isabel, residentes hasta entonces en
Madrid.
En
Valladolid encontró a un editor,
Francisco de Robles, hijo de Blas de Robles, que anteriormente le había
publicado La
Galatea . El
día 26 de septiembre, consiguió el
privilegio real que necesitaba para la publicación del “Ingenioso Hidalgo Don
Quijote de la Mancha ”. Se
difundió la noticia del nuevo libro, recogida por Lope de Vega en una carta de
su puño y letra, y por López de Úbeda, autor de "La pícara Justina".
En
los últimos días de diciembre de 1604, salió a la luz el Quijote de las prensas madrileñas
de Juan de la
Cuesta , y muy pronto se observaron los
primeros indicios de su éxito: en marzo del año siguiente, en el momento en que
Cervantes obtuvo un nuevo privilegio, que extiendía a Portugal y Aragón el que
se le había concedido para la publicación en Castilla, se publican en Lisboa
dos ediciones piratas y entra en la imprenta la segunda edición madrileña, que
estuvo en la calle antes del verano.
Pocos
días después, a finales de junio, ocurrió un extraño suceso en el que apareció
mezclado el autor: la muerte violenta del caballero de Santiago, Gaspar de
Ezpeleta. Herido a consecuencia de un duelo nocturno, ocurrido en el arrabal
donde vivía el escritor con su familia. Cervantes lo recogió
en su casa y falleció dos días después sin haber confesado el nombre de su
agresor.
La
casa donde vivió, el actual Museo Cervantes, estaba
ubicada frente al puente sobre el río Esgueva (afluente del Pisuerga), que en aquellos tiempos pasaba por
delante de la
Acera del
Rastro), en lo que hoy es la calle
de Miguel Íscar.
Aguas abajo estaba el Hospital de la
Resurrección y muy cerca de este edificio había una fuente que
traía agua del barrio de Argales. Cervantes conocía bien esta fuente
(inaugurada en su época), que citó en su novela “La ilustre fregona”.
Hacia
el año 1860 llegó a Valladolid un cervantista que
investigó con más profundidad que lo hicieran otros personajes anteriormente.
El 29 de abril de 1862 ya tenía en su poder todos los
resultados de la investigación y la certeza de haber dado exactamente con la
casa de Cervantes.
En el proceso por la muerte de Gaspar de Ezpeleta las diligencias o "averiguaciones" dejaban bien claro que:
- Cervantes vivía en unas casas nuevas frente al Rastro, propiedad de Juan
de las Navas.
- Cervantes ocupaba un piso 1º o principal con ventana a la calle.
- Debajo de la habitación de
Cervantes había una taberna.
Todas estas pistas fueron fáciles de seguir por el conocido cervantista. Desde entonces la casa de Cervantes no ha variado prácticamente
nada. Hubo un tiempo en
que la casa fue olvidada y a punto estuvo de derruirse para hacer un ensanche
moderno pero se pudo evitar.
Así pudo conservarse y convertirse en Museo Casa de
Cervantes. En esta casa de Valladolid fueron escritas obras como “El coloquio de los perros”, “El casamiento engañoso”,
“La ilustre fregona”, “El licenciado Vidriera” y algunas otras más.
En
la actualidad este Museo está
gestionado por el Ministerio de Cultura, y además de promocionar la visita de curiosos y
turistas, ofrece jornadas literarias todos los meses y homenajes a Cervantes
cada 23 de abril.
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