27. VILLAFRANCA DEL BIERZO Y EL VALLE DEL VALCARCE
Visita a la ciudad: Iglesia de Santiago. Castillo de los Marqueses de Villafranca. La calle del agua. Historia de Villafranca. Otras iglesias y conventos de Villafranca. Salida de Villafranca del Bierzo. Unas chicas de Segovia. El valle del río Valcarce: Pereje. Trabadelo. Ambasmestas. Vega de Valcarce. Ultimos pueblos del valle. Una comida especial. Subida a O'Cebreiro.
El viajero se dispone a visitar la ciudad de Villafranca del Bierzo, la antigua ciudad de los "francos". Una ciudad que ha sido definida por Domenico Laffi como:
"un hermosísimo lugar situado en un valle, entre cuatro altísimas montañas, donde confluyen dos grandes ríos, donde hay muchos conventos, una gran plaza y hermosos edificios,..."
Domenico Laffi recorrió España, y especialmente el Camino de Santiago en el año 1670. Villafranca del Bierzo sigue siendo hoy, tal como indicó Laffi, un hermoso lugar.
El viajero se acerca a la iglesia de Santiago desde el albergue municipal. En la iglesia de Santiago de Villafranca del Bierzo se permitía finalizar el camino a los peregrinos enfermos, por un privilegio del Papa español Calixto III, instituido en el siglo XV. Se les evitaba así todas las penalidades del acceso a Galicia por las montañas de O'Cebreiro, ganando el jubileo con las mismas indulgencias que los que llegaban a Compostela.
La iglesia de Santiago está situada a la entrada de la ciudad por el antiguo Camino de Santiago. Es un templo sencillo, de estilo románico, con una sola nave en su interior y una cubierta interna de madera. Tiene un crucifijo del siglo XIV y una capilla dedicada a la Virgen de las Angustias, adosada a la nave principal en el siglo XVIII, con un retablo de estilo barroco. En el exterior destaca el ábside semicircular con tres estrechas ventanas que iluminan el presbiterio, y la "Puerta del Perdón", formada por un arco abocinado con archivoltas.
Desde la iglesia de Santiago se llega al Castillo de los marqueses de Villafranca, construido en el año 1490. Es un edificio de planta cuadrangular, con cuatro torreones redondos, uno en cada esquina. Es el castillo más moderno del Bierzo, y uno de los que está habitado. Es propiedad de la familia de los Alvárez de Toledo y en él pasa grandes temporadas el célebre compositor musical Cristobal Halfter. El castillo ha pertenecido a otras familias ilustres de la nobleza castellano-leonesa como los Pimentel, Valcarce, Enríquez, Alvárez Osorio y Mendoza.
Por la calle Salinas, a la que da una de las fachadas del Castillo, se baja a la "calle del Agua", vía principal de la ciudad, por la que pasaban los peregrinos de Santiago. Es una "rua" alargada, con edificios palaciegos, dignos ejemplares de la arquitectura civil de los siglos XVI y XVII, como los de los marqueses de Villafranca y los de los Torquemada, uno frente al otro, como desafiándose entre si. También hay otras casonas de próceres locales, casas hidalgas y viviendas burguesas y de trabajadores gremiales de la Baja Edad Media. En la "calle del Agua" está el convento de clausura de San José y la casa de Enrique Gil y Carrasco. El convento de San José, de las Madres Agustinas Recoletas fue fundado en 1612. Tiene una iglesia con una única nave en el interior, con un retablo mayor barroco formando un gran arco, y una fachada de estilo neoclásico en el exterior.
Villafranca del Bierzo está relacionada con el Camino de Santiago desde el principio de su constitución como ciudad. En el año 1070, durante el reinado de Alfonso VI, se construyó el Monasterio de Santa María de Cluniaco, por los monjes franceses de Cluny. El Monasterio tenía como función prestar ayuda a los peregrinos franceses que se dirigían a Compostela. Junto al Monasterio se fue asentando una población de artesanos y mercaderes francos. Por ello su primer nombre fue "Vico-francorum", que posteriormente pasó a Villafranca, villa de los francos. Cerca del Monasterio surgieron los hospitales de San Lázaro y de Santiago, en el siglo XI. La población consiguió gran relieve durante el reinado de Doña Urraca, hija de Alfonso VI, y de Alfonso VII y Fernando II. Alfonso XI le otorgó fueros en 1196 y 1230. En el siglo XII se construyó la iglesia de Santiago. Villafranca del Bierzo se constituyó en "Señorío de los marqueses de Villafranca" en 1486, durante el reinado de los Reyes Católicos.
Durante los siglos XVI y XVII se produjo el apogeo de Villafranca del Bierzo. En el siglo XVIII el Catastro del Marqués de la Ensenada atribuye 412 casas a la villa, y en el siglo XIX Madoz menciona 488 casas. La economía de la ciudad durante el Antiguo Régimen fue fundamentalmente artesanal y comercial, con mercados semanales y ferias anuales. La Guerra de la Independencia afectó mucho a Villafranca, que fue un punto logístico de todo el Noroeste y el Cuartel General de Galicia del ejército inglés. En el año 1815 nació aquí Enrique Gil y Carrasco y en el año 1822, durante el trienio liberal, Villafranca fue la capital de la provincia del Bierzo. Durante todo el siglo XIX fue la capital eclesiástica de la comarca, con un gran número de iglesias y de personas dedicadas a funciones eclesiales.
Antiguo Colegio de los Jesuitas
Villafranca destacó también en aspectos culturales. Gaspar de Robles donó todos sus bienes a los jesuitas para que enseñaran a la población a leer y a escribir gramática y retórica latina. En 1858 visitó la ciudad la reina Isabel II. Anteriormente habían pernoctado en la ciudad Carlos V y Felipe II, en camino a Santiago. Durante el siglo XX se han realizado algunas remodelaciones urbanísticas de importancia, como el Jardín de la Alameda, y la llegada del ferrocarril a la ciudad, en un ramal que la une a la línea Madrid-Galicia a través de la localidad de Toral de los Vados. El alumbrado eléctrico, el suministro de agua a las casas, el alcantarillado y la construcción de un moderno teatro, también mejoraron la vida de los habitantes de Villafranca.
Además de la Iglesia de Santiago y el convento de San José hay otras muestras de arquitectura eclesial de gran valor artístico. Conviene citar las iglesias de San Francisco y de San Nicolás el Real, y varios conventos. La iglesia de San Francisco se encuentra cerca de la Plaza Mayor, en un altozano situado frente a la iglesia de Santiago. Se atribuye su fundación a San Francisco de Asís, que pasó por Villafranca, camino de Compostela, en el siglo XIV. La iglesia tiene un estilo de transición entre el románico y el gótico. Las torres fueron construidas en el siglo XVII. La iglesia formó parte del convento de San Francisco, destruido por el fuego en el siglo XIX. Tiene un magnífico artesonado con armadura mudéjar del siglo XV y un retablo churrigueresco de la escuela de Juan de Flandes. En esta iglesia yacen los restos de Gil y Carrasco, traídos desde Berlín, donde murió.
La iglesia de San Nicolás el Real fue un antiguo colegio de los jesuitas, fundado en el siglo XVII. Tiene una fachada elegante y compensada estructuralmente, que imita a la iglesia llamada "Gesú", de Roma. En su interior destaca el Cristo de la Esperanza, patrón de Villafranca, y el retablo barroco churrigueresco. El colegio tenía un buen museo de Ciencias Naturales, que todavía puede visitarse. Junto a la iglesia han aprovechado los pasillos, salones y el claustro del antiguo convento para la instalación de un elegante hotel-restaurante con alguna de las especialidades de la gastronomía del Bierzo en su carta.
La Colegiata de Santa María está construida sobre el antiguo convento de los monjes de Cluny. Se encuentra situada al final de la ciudad, junto al parque de la Alameda, y muy cerca del río Burbia. Tiene el interior de la iglesia planta de cruz con tres naves, bóvedas con nervios y florones, y una hermosa cúpula. También son dignos de considerar el coro, el órgano, el retablo mayor y algunos de los retablos laterales.
El convento de "La Anunciata" está situado en la Rua Nueva. Es del siglo XVII, y tiene una bella portada de estilo renacentista. Fue construido por el marqués de la villa, Pedro Alvárez de Toledo, para su hija María, que quería profesar en religión. La iglesia tiene una nave rectangular y un hermoso retablo principal. En este convento descansan los marqueses de Villafranca y también están los restos de San Lorenzo de Brindisi, traídos desde Lisboa.
El convento de clausura de la Concepción se encuentra entre los ríos Burbia y Valcarce, en la salida de la carretera a Galicia, y fue fundado en 1535. Durante la Guerra de la Independencia fue saqueado por los franceses. Tiene una larga fachada, con dos puertas y muy pocas ventanas para favorecer la clausura. El templo tiene una espadaña en la parte exterior y una sola nave con un retablo neogótico en su interior.
El convento de la Divina Pastora se construyó en el siglo XVII en el solar del antiguo hospital de Santiago. Está situado enfrente del parque de la Alameda, muy cerca de la Colegiata. Es un sencillo edificio de dos pisos con fachada de aspecto horizontal, en la que destaca una campana y una hornacina con la imagen de la Virgen.
Al día siguiente salimos de Villafranca del Bierzo. Dejamos las mochilas en el albergue privado, que nos las transportaba en automóvil hasta O'Cebreiro por la módica cantidad de 300 pesetas, y nos dispusimos a hacer la etapa más dura de todo el Camino de Santiago. Más ligeros de equipaje que otros días tomamos el camino de los peregrinos por la "calle del Agua". En la bajada de la calle Salinas encontramos a dos chicas de Segovia, Esther y Beatriz, que tenían dudas sobre la salida de Villafranca. Habían empezado a andar el día anterior en Cacabelos y aún estaban en proceso de aclimatación. Diseñaban etapas cortas en los primeros días y pensaban quedarse en Vega de Valcarce, en un pequeño albergue municipal, antes de abordar la subida a O'Cebreiro.
Cruzamos el puente del río Burbia acompañados de Esther y Beatriz, sin seguir las flechas amarillas, que desde el barrio de Tejedores orientaban a los peregrinos hacia el alto de Pradela, para evitar el intenso tráfico de la carretera general a Galicia. Habíamos oído que era una subida de tres kilómetros muy fatigosa. Por el convento de La Concepción seguimos el curso del río Valcarce. Al salir de la ciudad la antigua carretera y el río penetran en un encajonado desfiladero que seguimos hasta el túnel de Anguía, por el que pasa la montaña la nueva carretera desde Villafranca. La carretera y el río se entrecruzan varias veces discurriendo paralelamente por el angosto valle.
El primer pueblo por el que pasamos es Pereje, que aún conserva su aspecto medieval en las casas de la calle Mayor. Pereje tiene una iglesia con una espadaña exenta y un retablo de estilo barroco con las imágenes de Santa Lucía y Santa Agueda. Pereje fue objeto de litigio entre el Monasterio cluniacense de Villafranca y los monjes de O'Cebreiro por la regencia del hospital de peregrinos de la localidad. En este litigio hubo de intervenir Doña Urraca, Alfonso IX y el Papa Urbano II.
Un poco más allá de Pereje un camino conduce a Trabadelo. Pasa por una zona de grandes castañares que producen mucha sombra, aunque a estas horas de la mañana aún hace un poco de frio y el sol no llega a todo el valle. En Trabadelo hubo otro hospital de peregrinos, donde está la capilla de San Lázaro. La iglesia parroquial, dedicada a San Nicolás de Bari, tiene una imagen barroca del santo, que se puede contemplar en el retablo del siglo XVII. En la iglesia hay otra imagen de la Virgen, de la época medieval. La iglesia tiene un arco adintelado con dovelas y una torre con espadaña. En el pueblo también hay dos fuentes en franco deterioro, llamadas del Peregrino y de Pereje.
Cerca de Trabadelo, en el cerro de Aldares, está el castillo de Auctares, donde se cobraba el derecho de portazgo por el paso por el valle de Valcarce a todos los transeuntes. Alfonso VI acabó con este derecho de paso para promover el aumento de peregrinos por el Camino de Santiago, que debían pasar por estos valles. Por aquí entraban a Galicia las vías romanas Asturica Augusta y Lucus Augusti, que unían Astorga y Lugo, según el "Itinerarium Antonini", descrito en el siglo IV. A la salida de Trabadelo tomamos un café en un bar de la carretera y descansamos un poco. El sol va calentando algo más cuando salimos del bar. Por toda la zona hay numerosos hostales y restaurantes. Un poco más adelante pasamos por Portela, pequeño pueblo que hace referencia en lengua gallega a un "paso estrecho" por el angosto valle del Valcarce. La ruta discurre entre las obras de construcción de los viaductos de la nueva autovía de Galicia.
Al llegar a Ambasmestas, donde se juntan el río Balboa y el Valcarce, nos desviamos de la carretera general, que sube a Piedrafita del Cebrero. En Ambasmestas descansamos un poco junto a la antigua carretera. Pasan muchos peregrinos camino de O'Cebreiro, en la hora más álgida del mediodía. En Ambasmestas quedan restos de la antigua calzada romana y hasta hace poco tiempo había un puente de la misma época. También hay una iglesia dedicada a San Pedro y una fuente que usaban los caminantes a Santiago.
Junto a Ambasmestas está el pequeño poblado de Ambascasas, que es administrativamente un barrio de Vega de Valcarce, capital del valle. Sobre un monte rocoso pueden verse las ruinas del castillo de Sarracín, del siglo XIV, construido sobre la antigua fortaleza del conde Sarracino, señor del Bierzo durante el siglo X. Enfrente estaba el castillo del Castro de Veiga. Ambos castillos pertenecieron a los templarios que los utilizaron para defender los accesos al puerto de Piedrafita y a O'Cebreiro.
Vega de Valcarce perteneció al Monasterio de Samos en 1198, y después al conde de Lemos. Pasó más tarde al marquesado de Villafranca. Todo el municipio tiene actualmente 1200 habitantes, de los que 300 corresponden al núcleo urbano que lleva el nombre específico de Vega de Valcarce. En el centro de la localidad, en una plaza ajardinada está el Ayuntamiento, y cerca de él la iglesia de Santa María Magdalena, advocación muy habitual en el Camino de Santiago.
Cerca de Vega de Valcarce está Ruitelán, donde probablemente estuvo situada la ciudad romana de "Utaris". Ruitelán tiene una pequeña iglesia románica del siglo XI, con un ábside rectangular. También tiene la iglesia parroquial dedicada a San Juan Bautista y la capilla de San Esteban. En la zona vivió el eremita San Froilán en el siglo IX, antes de ser obispo de Lugo. Quedan los restos de una pequeña ermita en la ladera del monte en memoria de San Froilán.
Junto a Reitelan está Herrerías. Son los últimos pueblos del valle del Valcarce. El nombre de esta población está relacionado con la extracción y tratamiento de mineral de hierro realizado cuando menos desde el siglo XVII. Aymeric Picaud la llama "Villaus" y Domenico Laffi "Salvatierra". A la salida del pueblo hubo un hospital inglés, desde la época de Enrique II Plantagenet. Todavía quedan restos arquitectónicos de la iglesia y del cementerio de peregrinos.
En Herrerías nos despedimos de Esther y Beatriz, que se quedaban en Vega de Valcarce. Para celebrar el encuentro y la despedida comimos abundantemente en un elegante Albergue Rural. Desde la mesa se contemplaba todo el valle, los prados, las vacas pastando, y al fondo, en la montaña el castillo de Sarracín. La magnífica gastronomía del Bierzo y las especiales características hosteleras del lugar nos lo recordarán siempre que pasemos por allí.
Después de comer iniciamos la subida a O'Cebreiro a las cinco de la tarde. No seguimos la senda que sale de Herrerías hacia el valle y sube por la ladera sur de la montaña, sino la antigua carretera que bordea la ladera norte. La pendiente en ambos caminos es muy alta y cuesta mucho ascender. Dos kilómetros más arriba, que tardamos en recorrer casi una hora, se divisa el pueblo de La Faba. En La Faba hay una iglesia dedicada a San Andrés, que es la última de la diócesis de Astorga. La carretera da un rodeo por la ladera del monte para acercarse a La Faba. Tomamos un camino a la derecha hacia Laguna de Castilla, que es el último caserío de León, al que se llega después de otros dos kilómetros, con una pendiente ligeramente menor que la anterior, entre grandes brezos que crecen en la ladera de la montaña. Después de pasar por Laguna de Castilla, en que casi no se ve ningún habitante del lugar, continuamos adelante hasta un mojón, que indica el paso a la provincia de Lugo y la distancia de 152 kilómetros hasta Santiago de Compostela. Otro kilómetro más allá se llega a O'Cebreiro algo antes de las ocho de la tarde.