sábado, 22 de noviembre de 2014

LA HERRERIA de COMPLUDO


La herrería de Compludo es un ejemplo de industria medieval popular. Contiene un ingenioso y rudimentario sistema de aprovechamiento hidráulico para realizar las actividades de forja. El edificio de la herrería es de mampostería de pizarra, y se restauró en los años noventa. Ha sido declarada Bien de Interés Cultural en  junio de 1968.

La herrería de Compludo


Para acceder a ella debemos recorrer cinco kilómetros, en pendiente, cuesta abajo, desde el pueblo del Acebo. La herrería medieval se encuentra, poco antes de llegar al pueblo de Compludo, tomando un desvío a la derecha, después de caminar unos minutos a pie por un sendero junto a un arroyo, entre una frondosa vegetación.

Todo está perfectamente señalizado. Las panorámicas de los profundos valles son grandiosas. En el pueblo de Compludo merece la pena visitar la iglesia parroquial, un edificio del siglo XVI con un interesante retablo.

Poco antes del indicador a la Herrería, una pista de tierra, a la izquierda, nos lleva a Carracedo de Compludo, otro pueblo abandonado con un entorno natural que causa gran impresión.                     

Ya en Compludo, a unos metros de la iglesia, a la izquierda, se puede llegar, por otra pista de tierra, a Palacios de Compludo, un enclave natural de primer orden.
  
                                                   Situación geográfica de la Herrería



 Historia

La construcción de la Herrería se asociaba a la fundación por San Fructuoso del Monasterio de Compludo durante el siglo VII. Los últimos estudios sitúan sin embargo el nacimiento de la Herrería, en el siglo XIX, desechando las anteriores teorías.

En el año 1.968 se elaboró un estudio sobre los posibles antecedentes de la misma. En relación a la rueda motriz se la califica como la forma de aprovechamiento de agua más primitiva y rudimentaria que se conoce a través de la historia, empleada para industrias antiguas. Sobre el sistema hidráulico para la inyección de aire en el hogar, es coincidente con el que se utiliza en las "forjas catalanas", procedimiento introducido en España por los romanos.
  
                                                                    Interior de la Herrería


Un sistema de canalización del agua, regulado por compuertas, lubrica el mecanismo impulsor y con su fuerza provoca una corriente de aire que por “efecto venturi” aviva el fuego de la fragua y mueve el martillo.

Unas aspas impulsadas por el agua, giran alrededor de un eje de levas junto a una gran viga de nogal, dentada en su extremo. La viga hace de palanca para el largo martillo pilón, que golpea sobre un yunque donde se trabaja el material, todo ello a la velocidad deseada, según la regulación del caudal de agua.

                                                                         Eje de levas

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