Solamente hay tres obras de Antoni Gaudí fuera de Cataluña. La más monumental es el Palacio episcopal de Astorga. La construcción de este palacio fue realizada por Gaudí porque la anterior residencia del obispo quedó destruida en el incendio de 1886. El obispo de Astorga, Joan Baptista Grau, natural de Reus, era amigo del arquitecto, y por ello le propuso a Gaudí su construcción.
Vista general del Palacio
Antonio Gaudi estaba trabajando en el Palacio Güell y en
En junio de 1888 Gaudí envió los planos al Obispo, Tenían que ser aprobados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. La Academia realizó diversas modificaciones que molestaron al arquitecto. La aprobación definitiva al proyecto se consiguió el 29 de febrero de 1889.
Las obras comenzaron el 24 de junio de 1889, colocándose la primera piedra del palacio el día de San Juan y fiesta onomástica del obispo. Las obras se desarrollaron sin problemas bajo la supervisión en persona de Gaudí, que ya había terminado el Palacio Güell, hasta que en 1893 murió el obispo Joan Baptista Grau. En ese momento empezaron los problemas para el arquitecto y su nueva obra de arte.
Así, empezó un largo periodo en que diferentes arquitectos se sucedíeron intentando terminar la nueva casa del obispo. Ninguno de ellos comprendía muy bien la idea de Gaudí, que además difería de lo plasmado en los planos, pues el arquitecto de Reus iba variándolos según avanzaba la construcción.
Interior del Palacio
La construcción del Palacio episcopal de Astorga, quedó prácticamente abandonada a falta de los últimos detalles debido a que al obispo siguiente le parecíó muy ostentoso y poco funcional. Durante la Guerra civil, en 1936, se convirtió en la sede local de Falange Española y albergue de militares de artillería.
Los numerosos desperfectos ocasionados en el edificio por el conflicto armado no fueron reparados hasta 1960. Se terminó completamente tras la decisión de otro obispo natural de Igualada, José Castelltort, Sus sucesores continuaron viviendo en el Seminario, igual que los anteriores obispos, del Palacio, promoviendo su conversión en el Museo del Camino de Santiago, a su paso por Astorga.
Vidrieras desde el interior
Tras más de 70 años de obras, 9 obispos, 5 arquitectos y toneladas de granito gris del Bierzo, por fin se terminó el Palacio Episcopal, actual Museo del Camino y Palacio Gaudí, que nunca sirvió para su función original de ser residencia episcopal.
Afortunadamente hoy, podemos disfrutar de este castillo de paredes blancas rodeado por un foso, como todas las fortalezas de
Subir por la escalera de la torre circular y asomarnos a uno de sus balcones es la experiencia final en este Palacio que cumple holgadamente con su función de museo, restando incluso importancia a las obras expuestas en su interior.
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