20. HACIA VILLADANGOS DEL PARAMO
Salida de León. Trobajos del Camino. Vista de León
desde el mirador de la
Cruz. Zona industrial. Santuario de la Virgen del Camino.
Autopista de Asturias. Valverde de la Virgen. Un café en un mesón. San Miguel del
Camino. Urbanización Camino de
Santiago. Llegada a Villadangos del Páramo. Un albergue paradisiaco. Visita a
Villadangos.
El albergue municipal de
León estaba atendido por antiguos peregrinos franceses, que ofrecían
voluntariamente su ayuda, durante el verano, para servir a los nuevos
peregrinos. A todos los caminantes que habían pernoctado en el albergue se les
daba un documento, firmado por el Alcalde, para certificar su paso por la
ciudad, con la fecha concreta de estancia.
Acababa de
amanecer y la mañana estaba fresca cuando pasamos de nuevo por la Plaza de Toros y tomamos el
paseo de Papalaguinda, por la orilla del río Bernesga, hacia la plaza de San
Marcos. Un buen desayuno en una cafetería, próxima al Hostal del mismo nombre,
nos prepara para comenzar el camino hasta Villadangos del Páramo.
Plaza de Toros (León)
En Trobajo del
Camino hay una pequeña ermita del siglo XVIII, en la que estuvo la imagen de
Santiago Matamoros. Actualmente se encuentra en la iglesia parroquial de San
Juan Bautista. La vía del tren se cruza por un paso elevado peatonal mientras
la carretera hace un bucle por la derecha para iniciar una subida hacia el
Mirador de la Cruz ,
al final de las casas de Trobajo del Camino.
Iglesia de Trobajo del Camino
La carretera
de circunvalación rodea toda la ciudad de León, y se llega a ella nada más
pasar el Mirador de la
Cruz. Desde allí se puede ver León, en una hermosa vista los
días luminosos del verano. Santiago de Compostela está a 342 kilómetros,
pasando por Orense, y a 297, por el itinerario del Camino.
Un gran número
de peregrinos confluye en el Mirador de la Cruz. Algunos de
ellos se desvían hacia Chozas de Abajo, por una variante meridional,
ligeramente más larga, pero con mayor arbolado que la próxima zona del Páramo
leonés, por donde pasa el tradicional Camino francés.
La carretera y el camino
discurren paralelamente a la zona industrial durante otro kilómetro, y poco más
allá se encuentra el núcleo urbano de la Virgen del Camino, en torno al santuario mariano.
El santuario fue diseñado y construIdo por el arquitecto dominico Fray
Francisco Coello de Portugal.
La Virgen del Camino
El templo es
de estructura externa modernista, con un alto campanario en forma de cruz.
Tiene en la fachada trece estilizadas estatuas de bronce, de 700 kilogramos de
peso y seis metros de altura, cada una de ellas. Fueron realizadas por el
escultor catalán José María Subirachs, que también ha tallado la imaginería en
piedra de una de las puertas de la Sagrada Familia de Barcelona. Las trece estatuas
representan a los doce apóstoles y a la Virgen María.
En el interior
del santuario se respira una atmósfera especial, con una iluminación a través
de vidrieras de gran policromía, fabricadas por Roberto Rafols en la ciudad
francesa de Chartres. El retablo barroco es el que había en el templo construido
en el siglo XVII. La imagen de la
Virgen del Camino, patrona de León, preside el retablo.
Cuenta la
leyenda, y puede verse en las actas del Municipio de la ciudad de León, que la Virgen se apareció al
pastor Alvar Simón en este lugar cuando apacentaba a un rebaño de ovejas en
1505. El culto a la Virgen
del Camino y la romería que se celebraba en esta zona de la provincia se
describe en la novela "La pícara Justina", que hemos comentado al
pasar por Mansilla de las Mulas.
La leyenda
atribuye también a la Virgen
del Camino el milagro del mercader Alonso de Ribera, que estaba cautivo en
Argel por los piratas berberiscos. Según se cuenta, la Virgen lo trasladó
directamente a León metido en un arca con cadenas. El arca puede verse entre
los exvotos del santuario, en una de las salas del museo.
Un poco más
adelante de la Virgen
del Camino los peregrinos se cruzan con la Autopista de Asturias, cuyo trazado ha cambiado
la toponimia del Camino. El desvío producido permite el paso de la Autopista a través de
dos túneles bajo ambas calzadas. Pasada la Autopista se llega a Valverde de la Virgen , que en otro tiempo
se llamó Valverde del Camino. Es un pequeño pueblo en el "Páramo",
nombre que los primitivos astures asignaban al altiplano leonés, de climas
extremados, con grandes fríos en invierno y fuertes calores en verano.
Valverde de la Virgen
En Valverde de
Dos kilómetros
más allá está San Miguel del Camino, que siempre ha tenido una relación muy
directa con Valverde de la Virgen. Actualmente es de mayor tamaño que
Valverde y tiene mayores servicios para los caminantes. Entre ambos pueblos hay
una zona de praderas separadas por setos y fresnos. En San Miguel del Camino
hubo un hospital de peregrinos, desde el siglo XII, que ya ha desaparecido, y
una imagen de Santiago, del siglo XV, que ha sido trasladada a León.
Al salir de
San Miguel del Camino se inicia una una ligera subida, de nuevo, hacia el
páramo leonés. Hasta Villadangos hay que recorrer más de siete kilómetros en
una llanura reseca por el sol, con muy pocos árboles para cobijarse de sus
persistentes rayos. El camino se hace largo entre las subidas y bajadas del
terreno y una vista del Páramo continuamente idéntica.
Un poco más de
un kilómetro antes de llegar a Villadangos, donde se desvía la carretera de
Villanueva de Carrizo, está una nueva urbanización, llamada del Camino de
Santiago, con tres hoteles, dos gasolineras y varios restaurantes, además de
los chalets individuales, los depósitos de Gas Butano de León, y la estación
del ferrocarril de Palencia a Coruña. Parece un oasis en el desierto páramo
leonés.
La carretera
llega a Villadangos, después de hacer unas pequeñas curvas, y entra al pueblo
por el polideportivo municipal, junto a una zona muy arbolada. En estas
primeras horas de la tarde hay mucha gente en las piscinas para refrescarse
un poco. Otras personas salen del polideportivo, de celebrar el bautizo de un
niño, con el aire festivo de la ocasión, y se dirigen a los coches aparcados en
los alrededores.
Albergue de Villadangos
El albergue de
Villadangos del Páramo es de construcción moderna, con amplios ventanales y
paredes decoradas en color verde. Tiene muy buen aspecto exterior e interior.
Hay una zona de literas, en pequeñas habitaciones y un espacio amplio con
colchonetas. Está bastante ocupado ya, aunque aún es pronto, y hasta el final
de la tarde pueden llegar todavía muchos peregrinos.
El frescor del
césped, junto al albergue, invita al reposo después del calor del camino y de
una comida reparadora. El viajero, según va pasando la tarde, lentamente,
siente el ambiente paradisiaco, más que lo ha sentido en otras ocasiones
anteriores, en otros lugares del Camino de Santiago. Pasa toda la tarde sentado
o tumbado sobre el césped, dudando entre ir o no ir a la cercana piscina,
comentando las incidencias del camino con los otros caminantes que ya conoce y
que también están en el albergue: Cristina, Toni y su mujer, Arantxa y su
padre,... Fue una tarde muy tranquila.
Después, a la caída de la tarde, paseamos un poco por el pueblo y compramos algunas provisiones para la cena. Visitamos la iglesia de la localidad, en la que está una de las imágenes más famosas de "Santiago Matamoros", presidiendo el retablo del altar mayor, a caballo, y con sombrero de tres picos, típico de la usanza militar del siglo XVIII. Tienen también cierta relevancia los relieves policromados de las puertas del templo representando la victoria del rey leonés Ramiro I sobre Abderramán II en los campos de Clavijo.
Villadangos
del Páramo está ubicado muy cerca de la antigua "Vallata", la ciudad
mítica de los astures. Por aquí pasaba la calzada romana, "Vía
Traiana", que iba hasta Asturica, la actual Astorga. La zona se despobló
en la época árabe y fue repoblada en los siglos IX y X por cristianos
asturianos y mozárabes del sur, que huían hacia las nuevas tierras conquistadas
por los cristianos para poder practicar con libertad la religión de sus
mayores.
En tiempos
pasados la villa se llamó Fuente de Angos, de etimología desconocida, y
Viadangos. Así consta en documentos oficiales desde 1045. En el siglo XII se
libró en sus cercanías una cruenta batalla entre las hustes gallegas del Conde
de Traba y el Obispo Diego Gelmírez, que apoyaban a la reina Doña Urraca contra
los ejércitos aragoneses de su ex-marido, Alfonso I "el Batallador",
que habían invadido el reino de León.
En el año 1122
la ciudad pasó a ser un señorío eclesiástico del Obispo de León y en 1277
adquiere la dependencia del Monasterio de Carrizo. Posteriormente depende del
Alfoz de León y del señorío de Villar de Mazarife. En 1588 se establece el
señorío de Villadangos, que fue objeto de una transacción comercial con
traspaso de la titularidad en 1634. En 1788 el señorío se transforma en
marquesado, que es abolido sucesivamente por los gobiernos liberales de la
época constitucional de Fernando VII y de su hija Isabel II.
La invasión
francesa y la posterior guerra de la Independencia fue dramática para Villadangos y su
comarca. Los ejércitos franceses mataron y extorsionaron a sus habitantes. Las
guerras carlistas también crearon muchas dificultades a esta zona de la
provincia leonesa. La guerra de Cuba le salió demasiado cara al Ayuntamiento de
Villadangos del Páramo, que hubo de sufragar los gastos de un contingente de
soldados.
La llegada del
ferrocarril, al final del siglo XIX, y la pequeña industrialización al
principio del siglo XX supuso un ligero despegue económico, que se truncó con
la guerra civil y la postguerra, hasta los primeros regadíos y la incipiente
mecanización de la agricultura a partir de los años sesenta. La agricultura, la
ganadería, la explotación de colmenares y palomares, las pequeñas industrias y
algunos servicios son las actividades económicas de Villadangos.
Noche en Villadangos
Hacemos un último recorrido por el pueblo, por la carretera, que hace
de calle principal y por las calles secundarias, hasta la enorme arboleda que
crece junto al canal, en la salida del camino hacia Astorga. Tomamos un
refresco en un bar céntrico y bien acondicionado y nos retiramos, al principio
de la noche, hacia el albergue. Preparamos una abundante cena y hacemos una
agradable sobremesa con los compañeros del Camino, antes de disfrutar de un
sueño reparador, necesario para continuar al día siguiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario