20. CAMINO DE ASTORGA
Salida de Villadangos del Páramo. Canal y tierras de
regadío. Carretera de Orense. San Martín del Camino. Puente de Órbigo. El
"Passo honroso" y Suero de Quiñones. Hospital de Órbigo. Hacia
Villares de Órbigo. Santibañez de Valdeiglesias. Un día de mucho calor. Subida
hasta el crucero de Santo Toribio. Vista de Astorga. Bajada a San Justo de la Vega. Camino de
Astorga. Entrada en Astorga.
Salimos temprano de Villadangos del Páramo. Acababa de amanecer y
todavía hacía algo de frío. Nos desviamos de la carretera hacia la derecha para
cruzar el pueblo por calles que iban hacia las antiguas eras, donde se
trillaban las mieses en otro tiempo no muy lejano. Dejamos también a la derecha
el camino hacia Celadilla del Páramo y Santa María del Rey, localidades que
están ligeramente al norte del Camino de Santiago, y tomamos otro camino que
discurre paralelamente a la carretera de Orense, por el medio de una
exuberante chopera, en los alrededores del Canal del Páramo, que ha transformado
estas tierras yermas en las actuales huertas y cultivos de regadío.
Una hora después de de salir de Villadangos llegamos a San Martín del
Camino, donde desayunamos lo mejor que podemos en un bar que está abierto a
esa temprana hora de la mañana. San Martín del Camino es un pequeño pueblo, que
tiene una iglesia dedicada a San Martín, patrón de los peregrinos, que fue
obispo de Tours, ciudad que se encuentra en el Camino de Santiago, en una de
sus variantes en territorio francés. Cuenta la leyenda que se le apareció
Jesucristo con aspecto de peregrino, solicitándole ayuda y cobijo. Martín
cortó su capa con la espada y dio la mitad al supuesto peregrino. En la
iglesia de San Martín hay también imágenes de San Miguel, San Roque y San
Antonio Abad. En el siglo XVII hubo en el pueblo un hospital para acoger a los
peregrinos pobres, con algunas camas específicas para mujeres y sacerdotes que
caminaban hasta Compostela.
Cerca de Puente Órbigo
Recorremos más de seis kilómetros entre campos de cereales,
especialmente maíz, y cultivos de remolacha azucarera, que van aumentando
según nos acercamos al río Órbigo. Muy cerca de Puente de Órbigo nos desviamos
de la carretera, por un camino, para entrar en el pueblo. Por la calle
principal lo atravesamos hasta llegar al puente del célebre "Passo Honroso".
En este lugar hubo una batalla entre los suevos y los visigodos en el año 452.
Las tropas de Alfonso III el Magno detuvieron a los ejércitos cordobeses en el
año 900, pero el acontecimiento que produjo mayor fama a la localidad fue el
torneo medieval organizado por Suero de Quiñones en el año 1434.
Suero de Quiñones era un caballero leonés, hijo de Diego Fernández de
Quiñones, Señor de Luna y Merino Mayor de Asturias, uno de los nobles
castellano-leoneses de mayor poder, al servicio de Don Fernando de Antequera, tío
del rey Juan II de Castilla. La familia de los Quiñones había pleiteado con la Corona por el derecho a ser
enterrados en la Cole giata
de San Isidoro de León, panteón real de los antiguos monarcas leoneses. Suero
de Quiñones fue amigo del poderoso Condestable Don Alvaro de Luna, y al final
de su vida protagonizó con otros miembros de su familia la rebelión de la
nobleza castellana que llevó al patíbulo al odiado Alvaro de Luna.
El "Passo Honroso" constituyó un acontecimiento sin igual
en el Camino de Santiago. Suero de Quiñones y nueve caballeros
"mantenedores" más, solicitaron al rey Juan II autorización para
establecer unas "justas" con todos los caballeros que pasaran por el
puente sobre el río Órbigo durante treinta días, desde el diez de julio al
nueve de agosto, hasta romper trescientas lanzas por el amor de Doña Leonor de
Tovar, dama de la que estaba enamorado, según las reglas del "amor
cortés", y con la que se casó posteriormente. Suero de Quiñones y los
demás caballeros peregrinaron a Compostela después del torneo para dar gracias
al Apóstol y dejar en prenda el brazalete de oro de su dama.
Puente del "Passo Honroso"
Pasado el puente del "Passo Honroso", de elegante y sólida
estructura arquitectónica, llegamos a Hospital de Órbigo, localidad mayor que
Puente de Órbigo, separada de ésta únicamente por el río, las amplias riberas
arboladas y el largo puente. Hospital de Órbigo recibe su nombre del antiguo
hospital de peregrinos de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de
Jerusalén, Orden de Caballería de la época de las Cruzadas, que se asentaron en
la zona en el siglo XII. La
Orden Hospita laria tuvo jurisdicción civil y eclesiástica
sobre Puente de Órbigo y sus alrededores, hasta Astorga y hasta la misma ciudad
de León, y derechos de portazgo, por el paso por el puente, de uso del agua y
de la pesca del río Órbigo, y de los diezmos de todos los habitantes de su
territorio. Pertenecieron a la
Orden las iglesias de San Juan de Montealegre, San Román,
Santa Ana, San Feliz de las Lavanderas y Riofrío de Órbigo. En todas ellas,
además de la de San Juan de Hospital de Órbigo, tenían el derecho de propuesta
de nombramiento de párrocos y vicarios.
Hospital de Órbigo
Tomamos un refrigerio frente a la iglesia de San Juan, que tiene un
pórtico con tres arcos, una torre campanario y un claustro posterior a la
fachada principal. En el interior hay un retablo mayor, el coro y la puerta de
la sacristía con cierto valor artístico. Fue construída inicialmente en el
siglo XII y restaurada en el siglo XVIII. La mañana no es muy calurosa todavía
a la sombra de los árboles que hay frente a la iglesia. Varios peregrinos
realizan el ritual de limpieza de las heridas de los pies y el imprescindible
cambio de calcetines para evitarlas. Vamos a sellar el carnet de peregrinos a
la casa el cura, en una localidad tan emblematica como ésta en todo el Camino
de Santiago. Nos recibe con la mayor amabilidad y nos pone el sello y la fecha
de nuestro paso por Hospital de Órbigo.
Salimos del pueblo con Toni y su mujer camino de Villares de Órbigo,
por la derecha de la carretera de Astorga. Hace ya demasiado calor cuando
empezamos a subir unas pequeñas rampas entre matorrales y encinas. El camino
tras varias subidas y bajadas se aproxima a Villares de Órbigo por una pista
asfaltada. En las inmediaciones del pueblo Teresa se siente indispuesta por el
exceso de calor y una bajada del nivel de glucosa en sangre, típica dificultad
del caminante, por lo que pasamos un buen rato en un bar de la localidad
reponiendo las fuerzas antes de continuar caminando.
Desde Villares de Órbigo vamos a Santibáñez de Valdeiglesias, en poco
más de media hora. Allí hay una iglesia llamada de la Trinidad , en la se pueden
ver unas tallas de San Roque Peregrino y Santiago Matamoros. Evitamos el camino
que continúa la subida al Monte de la Colomba y salimos de nuevo a la carretera de
Astorga, en donde paramos a la sombra de los árboles, durante las horas de
máximo calor, cerca del desvío a Estebánez de la Calzada.
Crucero de Santo Toribio
Seguimos paralelamente a la carretera general por una pista asfaltada,
restos de la antigua carretera, en una subida suave, de varios kilómetros,
hasta el alto de Santo Toribio, nombre de uno de los más célebres obispos de
Astorga, de la época visigoda. En la parte más alta hay un crucero desde cuyas
inmediaciones puede verse Astorga, con las torres de la Catedral y del Palacio
Episcopal recortándose sobre las cumbres de la Cordillera Cantábrica.
Desde el crucero de Santo Toribio se inicia el descenso hasta San
Justo de la Vega ,
por un camino escarpado, llamado Camino de la Cañada , algo más corto que la carretera. El calor
ha remitido un poco porque el Sol se ha escondido entre una ligera bruma que
cubre hasta donde se divisa el horizonte, más allá de la ciudad de Astorga. Se
entra en San Justo por la calle del Hospital. Tomamos otro café, a media tarde,
en el pueblo, mientras vemos pasar a muchos peregrinos que se dirigen hacia
Astorga.
Por la calle de los Vientos salimos de San Justo de la Vega , buscando la carretera
para pasar el río Tuerto por el puente. Algunos jóvenes se están bañando y
tomando el sol en la ribera del río. Continuamos caminando durante tres kilómetros
por un camino paralelo a la carretera, hasta la vía del ferrocarril. Por un
puente romano nos aproximamos a las primeras casas de Astorga. La zona
monumental céntrica se encuentra en el alto donde se construyó la ciudad romana
y medieval. Siguiendo las flechas amarillas y las indicaciones sobre el
albergue del Camino de Santiago nos disponemos a subir por una empinada cuesta
hacia la Puerta
del Sol, sobre la antigua muralla. Por esta puerta pasaron César Augusto,
Teodorico y el propio Napoleón, comandando sus ejércitos.
Entrada a Astorga
Buscamos el albergue que está en la zona próxima a la calle de San
Francisco, pero cuando llegamos, con la tarde muy avanzada, está lleno y no se
admiten más peregrinos. Nos sugieren las instalaciones del polideportivo
municipal, que ha acondicionado el Ayuntamiento de la ciudad, durante todo el
verano para dar cobijo a los caminantes a Santiago de Compostela, pero
preferimos buscar un hostal, porque ha sido un día muy duro y no tenemos
colchonetas ni sacos para dormir en las instalaciones del polideportivo.
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