miércoles, 23 de septiembre de 2015

DE OLVEIROA A CEE


Descendemos la calle del albergue y giramos a la derecha para salir de Olveiroa por una pista asfaltada, junto a un lavadero. A la altura del mojón 34,558, se tuerce a la izquierda para cruzar un arroyo y tomar una senda que desemboca en otra pista que se dirige al embalse do Castrelo, en el río Xallas.

Tras una curva tomamos, por la derecha, un camino que sube hacia una línea de aerogeneradores. Más adelante dejamos este camino y avanzamos por la ladera de la montaña paralelamente al río Xallas, que fluye encajonado por una tupida vegetación. Hay unas vistas espectaculares del río desde este lugar. Bajamos hasta Vao de Ripas, donde cruzamos el “rego de Hospital” por un puente de piedra. Subimos una empinada cuesta y entramos en Logoso, aldea situada en las laderas del monte Castelo. 


Entramos en el albergue de Logoso y tomamos un café y unos bocadillos. Atravesamos esta localidad y abordamos una subida al Monte Sino, que nos conduce hasta la aldea de Hospital, donde existió un antiguo hospital de peregrinos que fue destruido por las tropas napoleónicas. Allí cogemos la carretera CP-3404. A los pocos metros de la carretera hay un bar a mano izquierda, donde también pueden avituallarse los caminantes. Pasado el bar acortamos un trecho por la carretera antigua para desembocar en la rotonda donde se encuentra el mojón que bifurca los caminos a Fisterra y Muxía .

Continuamos por la izquierda, en dirección a Fisterra. El camino de la derecha conduce a Dumbría y Muxia. Pasada una antigua fábrica de carburos de Ferroatlántica, que siempre echa humo por su chimenea, dejamos la carretera por la derecha para tomar una pista  en buen estado, rodeada de un paisaje de tojos, pinos y eucaliptos. El camino va por el alto de Buxantes, pasando al pie del petroglifo de “Pedra Ancha” donde, según la tradición, habitaba el “vaker” o monstruo que devoraba a los peregrinos.
 

Esta ruta nos conduce hasta el crucero de Marco do Couto, donde como en otros célebres lugares del Camino, los peregrinos suelen dejar una piedra cogida por los alrededores. 

Continuamos por un terreno similar hasta la ermita de Nuestra Señora de las Nieves. Allí hay un merendero donde podemos hacer un alto en el camino. Después recorremos el repoblado monte do Lousado por cómodas pistas hasta la ermita de San Pedro Mártir, en la parroquia de Pereiriña. Manuel Vilar cita que "la construcción puede estar relacionada con el monasterio de Santa Tasia". 


Prolongamos la caminata hasta el cruceiro da Armada, que podemos observar a mano derecha. Desde allí ya se puede ver el Cabo Fisterra bañado por el Atlántico.Tras el crucero sobreviene un empinado descenso, con vistas a la ría de Corcubión, que conduce hasta Camiños, Chans y Cee, lugares donde hay opción de finalizar la etapa gracias a la apertura de varios albergues privados.

El itinerario conduce por el Campo Sacramento y rúa Magdalena hasta el centro de Cee, donde se encuentra la iglesia de Santa María de Xunqueira, del siglo XVI y con capilla mayor de estilo gótico. Cee estuvo poblada en la antigüedad por los Nerios. Hacia el siglo XII fue una pequeña villa agrícola y en los tiempos actuales es el municipio más grande de la Costa da Morte con cerca de 8.000 habitantes.


sábado, 5 de septiembre de 2015

DE SANTA MARIÑA A OLVEIROA


Salimos de Santa Mariña y trescientos metros después del albergue dejamos la carretera general por la derecha y cogemos una pista vecinal asfaltada que sube poco a poco hasta Bo Xesús, pequeña aldea de dos casas, por donde pasó Domenico Laffi en 1673. Hasta aquí llegaron las tropas de Napoleón camino de Cee y Corcubion. De Bo Xesús el camino sigue hacia Gueima. Desde esta aldea superamos otro buen repecho hasta llegar a Vilar do Castro.

En esta zona el Camino ha sufrido una alteración debido a la propiedad de un terreno. En la actualidad ya no es posible subir al histórico Monte Aro por lo que éste se rodea por la derecha, ascendiendo su vertiente norte. En el posterior descenso, convertido en tranquilo paseo, se ve una bella panorámica de los valles del Xallas.

El Monte Aro es un punto emblemático en el Camino de Santiago a Finisterre porque domina estas tierras llanas que conforman la “Terra de Xallas”. Seguimos por el camino de la derecha y podemos ver en la lejanía el embalse de Fervenza, construido en la década de los 60 del siglo XX. Hoy es escenario de una multitudinaria fiesta veraniega.

El embalse de Fervenza es uno de los más grandes de Galicia por su extensión. Fue construído en 1966 y  abarca 1250 hectáreas, en  los concellos de Dumbría, Mazaricos, Vimianzo y Zas. La presa tiene una altura de 27 metros y una longitud de 127. El volumen de agua embalsada puede llegar hasta los 104 hectómetros cúbicos.

Su construcción cambió la vida de los habitantes de estas comarcas, anegó grandes valles y extensas áreas de cultivo.  El volumen de agua embalsado varió el clima de la comarca ligeramente, aumentando la humedad y formando grandes bancos de niebla con frecuencia. Entre el embalse y la desembocadura en el mar, en forma de cascada del río Xallas se encuentran tres presas hidroeléctricas: La de Puente Olveira, la de Castrelo y la de Santa Uxía.

No salimos de la carretera vecinal, aunque unas flechas nos indican el camino de Lago. Pasamos posteriormente por Campo Valado, Porteliñas y Abeleiroas. En este último lugar nos indican seguir hacia Corzón por la actual carretera o desviarnos a “A Picota”, capital del Concello, que está a 2 km, donde podemos encontrar todos los servicios que pueden precisar los caminantes.

Junto al desvío hacia el mirador de Corzón giramos a la izquierda y nos aproximamos hasta la iglesia parroquial de San Cristovo de Corzón, una sobria construcción rural con elementos que van desde el estilo arquitectónico románico hasta el neoclásico. En lugar de entrar en San Cristovo de Corzón giramos a la derecha para tomar una carretera más relevante y llegamos al puente sobre el río Xallas que divide los Concellos de Mazaricos y Dumbría.

Poco después de sobrepasar el puente el peregrino, ya sediento, localiza un  complejo con albergue y restaurante, “O Refuxio da Ponte”, con jardín y mesas exteriores, que sirve comidas y avituallamientos a lo largo de todo el día. Enfrente, al otro lado de la carretera, los caminantes disponen de mesas para comer al aire libre.

En este mismo lugar, en 1809, los labriegos gallegos intentaron sin éxito frenar el avance de las tropas francesas. Al otro lado se encuentra Ponte Olveira, donde hay una cafetería-restaurante con un albergue que dispone de un pequeño jardín donde poder acampar.

Hasta el final de la etapa quedan unos 25 minutos. Hay que seguir la carretera, ya sin pérdida, y desviarse hacia el centro de Olveiroa. A la entrada se encuentra el albergue privado Hórreo. En el centro de la localidad está el albergue  público. Este último está distribuido en varios edificios: las antiguas escuelas, casas particulares, varios hórreos, un merendero y el local de la recepción.

Olveiroa, es una aldea de hórreos centenarios que desde hace una década apostó por el Camino y por rehabilitar sus construcciones. En la actualidad es un núcleo renovado, con un patrimonio restaurado y enfocado a los peregrinos.