domingo, 29 de marzo de 2015

IGLESIA DEL SANCTI SPIRITUS





La iglesia perteneció al desaparecido convento de la Orden Tercera de San Francisco fundada en el siglo XIV. Es un ejemplo de continuidad en el espacio y en el tiempo y fue reconstruida en el siglo XV.


La peregrinación a Santiago inspiró la creación de lo que sería el convento del Sancti Spiritus de Melide. Es hacia 1370 cuando un clérigo conocido como fray Alonso de Mellid, fiel a Enrique II, puso en marcha su proyecto contando con los privilegios que se le concedieron, en 1371, en las cortes de Toro, a los terciarios regulares franciscanos.

El objetivo pretendido era crear una comunidad religiosa y hospitalaria, capaz de acoger a romeros y pobres en este lugar, camino de Compostela. Como testigos del convento, en sus primeros años, se pueden valorar una serie de capiteles y otros testimonios arquitectónicos, que se guardan en el “Museo da Terra de Melide”, correspondientes al antiguo claustro y a la primitiva iglesia.

Es en 1498 cuando el primer conde de Monterrei, don Sancho Sánchez de Ulloa, mandó reconstruir la iglesia; lo hizo en recuerdo de su madre, doña Inés de Castro. De aquel periodo queda en pie el presbiterio, rectangular, con los monumentos funerarios a las que fueron mujeres de Lope Sánchez de Moscoso; la primera, en la parte de la epístola, Leonor de Mendoza, fallecida en 1436; y la segunda, la citada Inés de Castro, en el lado del evangelio, que murió en 1490.

En la segunda mitad del siglo XVIII se levantó la actual nave de la iglesia, con una capilla lateral a cada lado, a modo de crucero, y un amplio coro alto. La puerta del lado meridional, abierta a la plaza, se dispone en el último tramo. El barroco inspiró toda esta parte de la construcción, que cuenta con una torre campanario, de planta cuadrangular, adosada, también en el último tramo, hacia el lado norte.

En el año 1835, con la exclaustración, los frailes han de dejar el convento y, poco después, en 1842, la villa de Melide consiguió la cesión de todos los derechos sobre el antiguo convento del Sancti Spiritus y que toda la imaginería religiosa se trasladara a su iglesia parroquial de San Pedro.

En el interior de la Iglesia, cabe reseñar los dos sepulcros laterales góticos:

Se trata de dos cenotafios “in memoriam” de Leonor de Mendoza e Inés de Castro. Los dos sepulcros se yerguen con columnas y arcos de medio punto que se adornan con pináculos y se rematan en arcos conopiales.

También se conservan otros sepulcros medievales además de los góticos de la capilla mayor. Entre ellos destacan el de Alfonso Vázquez de Insúa, del siglo XV, situado en la antigua capilla de Santa Catarina, donde hoy se encuentra el retablo de Jesús Nazareno.

También hay seis retablos:

El retablo principal, fechado en 1690 es de estilo barroco tiene unas medidas de 6 por 8 metros. Consta de un cuerpo y tres pasillos con ático que cubren todo el frontal de la Capilla Mayor.


El retablo mayor se vincula a Francisco Castro Canseco. En la parte más alta se muestra un escudo franciscano. Más abajo aparece la escena de Pentecostés con la figura, en la parte superior, de la paloma del Espíritu Santo. La Inmaculada Concepción preside la parte baja del retablo y a los lados, están San Francisco y Santo Domingo de Guzmán.

El retablo de los Dolores es del año 1770, está realizado en estilo rococó-neoclásico. En él se encuentra la imagen de los Dolores, cuyo movimiento en las telas de la imagen, la policromía y el remate del borde del manto hacen pensar que se acerque al estilo neoclásico. Las medidas totales son de 644 por 406 centímetros.

El retablo de la Soledad, de finales del siglo XVIII, es también de estilo rococó-neoclásico. Aunque estuvo colocado en el lateral derecho de la nave, hoy se encuentra situado en la antigua capilla del Santo Cristo y tiene incorporada la imagen de la Virgen de la Soledad.

Otros retablos de la iglesia son el del Carmen, el de San José y San Sebastián, y el del Nazareno.

La capilla del Nazareno es la que se dispone en el lado de la epístola. Sobre la misma se aprecia una pintura mural en la que puede verse la imagen de Santa Catalina, que también tuvo aquí culto y una cofradía, la del gremio de curtidores y zapateros, que funcionó desde el siglo XIV hasta 1819. 

miércoles, 25 de marzo de 2015

EL PULPO "A FEIRA" EN MELIDE

La tradición señala que el pulpo se elabora mejor en las localidades del interior de Galicia que en la costa. Esta afirmación, tan extendida como real, es fácilmente comprobable en localidades como O Carballiño, Arzúa y Melide. Esta tradición empuja a los peregrinos a Compostela a una vieja pulpería de Melide para comer raciones de pulpo “a feira” con cachelos y vino de ribeiro.

Cada día aprieta más el calor, en verano, de Palas de Rei a Melide. La caminata resulta, sin embargo, agradable. Algunos peregrinos nos rebasan, a un paso más vivo en nuestro caminar. Pasado Leboreiro y Furelos los peregrinos entran en Melide por el barrio de San Pedro. En el centro de la localidad varias pulperías satisfacen el hambre voraz del caminante.


Quedan sólo 55 kilómetros para Santiago, según uno de los mojones indicativos  que hay cada medio kilómetro en Galicia, anunciando la llegada a la tumba del santo. Nos  recomiendan que hagamos una parada en Melide en Casa Ezequiel y comamos el célebre pulpo. Luego, si seguimos caminando, lo agradeceremos.

Casa Ezequiel es la pulpería más antigua de Melide. El negocio lo abrieron Ezequiel y su mujer en 1960. Cocían entonces el pulpo en la calle
y lavaban al cefalópodo en una hormigonera. Los comensales se sentaban en bancos y mesas hechas con tablones. Hoy llevan las riendas del establecimiento su hija Mercedes y su yerno Jorge, un digno sucesor que ha aprendido el oficio de cocinar el pulpo al estilo de la casa.




Desde entonces los peregrinos, mayoritariamente, se han parado a comer aquí. La pulpería ha sufrido varias remodelaciones, aunque mantiene la esencia inicial, y  tiene actualmente capacidad para 600 comensales.




Pimienta y sal gorda, además del pulpo son los ingredientes principales.
Primero se calienta el agua:

“el pulpo tiene que estar tieso”. “Lo tengo diez minutos hirviendo y después hora y media de descanso en el agua”, detalla el cocinero.

Una vez listo, se corta con unas tijeras y se sirve sobre platos de madera. El toque final es la sal gorda y el pimentón, que se vierten desde botes con agujeros en la tapa, a modo de salero.

El pulpo se acompaña con cachelos, pan de aldea y otras delicias de la gastronomía gallega, todo ello regado con tazas de vino blanco de ribeiro. De postre ofrecen a elegir una tarta de Santiago empapada en “oruxo” o una de queso de la tierra. Por último, un café de puchero y un chupito.



No para de entrar gente. Después con la tripa llena de pulpo y el ribeiro corriendo por las venas, los peregrinos pueden continuar su marcha. Aún quedan 13 kilómetros y medio hasta Arzúa y 55 kilómetros a Santiago.

domingo, 22 de marzo de 2015

ENRIQUE II de TRASTÁMARA


Enrique fue el cuarto hijo extramatrimonial de Alfonso XI y Leonor de Guzman. Nació en Sevilla, el 13 de enero 1333. Rodrigo Álvarez de Asturias, Conde de Trastámara, lo adoptó cuando  tenía un año, y dos años más tarde, en 1336, le dio en herencia sus títulos y dominios: los castillos asturianos de Gozón y Sobrescobio y los títulos de Conde de Gijón, de Trastámara y de Noreña.

Al fallecer su padre en 1350 se enemistó con su hermanastro Pedro I,  nuevo rey. Consiguió casarse en 1350 con Doña Juana de la Cerda, descendiente directa del Infante Don Juan Manuel, sin el beneplácito de la corona, porque con esta boda los hijos de Enrique y Juana, tendrían tanto derecho al trono de Castilla, como los descendientes del propio soberano. 

Por esta dificultad de entendimiento con el rey, tuvo que  huir de Sevilla hasta Asturias, donde le protegieron los nobles asturianos, para no ser apresado por los fieles al rey. En 1351 comenzó a tomar decisiones señoriales en Asturias, confirmando a varios caballeros en sus villas. Un año después expidió privilegios desde "la puebla de Gijón" otorgando los señoríos de Coya y Ques, firmados por él como "El Conde de Gijón y Noreña". A continuación intentó apoderarse de Avilés, cercando la Villa,

Posteriormente tomó el nombre de "pretendiente a la corona", para culminar sus deseos de perpetuar su estirpe en el trono. Los hijos de Alfonso XI y Leonor de Guzmán se unieron frente a su hermanastro Pedro I en 1352, sitiando Oviedo durante unos meses hasta que se llegó a un concordato entre ambos hermanos. Se reanudó el conflicto en 1354 y 1355 y tras ello Enrique tuvo que desterrarse en Francia.


Durante esta etapa destacan algunos documentos firmados por el conde asturiano
  • En 1361 concede privilegios especiales a los vecinos de Coto de Nava, eximiéndoles de tributos (firmado como Conde de Noreña en Ribadesella el 29 de abril de este año).
  •  En 1362, se refugia en Francia, por considerársele responsable de traición al rey Pedro I, y le dona al soberano de Francia doce lugares (entre los que destaca Carcasona), firmando como Conde de Noreña.
  • En 1364 y 1365 vuelve a firmar como conde de Trastámara las Capitulaciones de Sesa y  de  Montblanc como Conde de Trastámara y Señor de Noreña (entre otros títulos)
  •  En 1366 es proclamado como rey, en Calahorra, por los nobles riojanos, un 16 de mayo, y es despojado por el rey Pedro I de los condados de Trastámara, de Lemos y Sarrià.
Las dificultades demográficas provocadas por la “peste negra”, la situación de la economía castellana y los problemas derivados de la violencia de los nobles sirvieron de pretesto para el nuevo enfrentamiento entre los partidarios de  Enrique y del rey  Pedro I. A la vuelta de Francia de Enrique de Trastámara, en 1366, se produjo definitivamente la guerra civil.En 1369 se pactó a través del francés Bertrand Duguesclin, una posible tregua de Enrique con su hermano Pedro; para ello acordaron llevar a cabo una conversación en la tienda de Enrique, en el campamento levantado a las afueras del castillo de Montiel, donde estaba el soberano sitiado. A esta reunión acudió el rey Pedro I, acompañado de algunos caballeros.


La historia recuerda que Enrique dio con su mano muerte al rey, valiéndose de la ayuda de Duguesclin. Pasó así el conde de Trastámara a heredar la corona y a llamarse desde entonces Enrique II. El nuevo reinado inauguraría en Castilla una tradición política de entendimiento con Francia. En el ámbito interior esta etapa habría de caracterizarse por el fortalecimiento del poder real en la línea iniciada ya por Alfonso X el Sabio.

Según ciertos historiadores, los conflictos iniciados por Enrique II están en el origen de la fundación del Principado de Asturias por Juan I, en función de los apoyos obtenidos de los caballeros asturianos y de la villa de Gijón. Con la dinastía Trastámara se acabaría constituyendo el llamado “Estado moderno”, el considerable desarrollo del poder social y económico de la nobleza, y el predominio de la corona de Castilla en el conjunto de los reinos hispanos.


jueves, 19 de marzo de 2015

EMILIA PARDO BAZÁN Y LOS PAZOS DE ULLOA



Emilia Pardo Bazán nació el 16 de septiembre de 1851 en La Coruña. Desde los ocho años fue una lectora infatigable. Su formación se completó en Madrid, donde solía pasar los inviernos la familia, debido a las actividades políticas de su padre, militante en el partido liberal progresista.


El año 1868 supone un hito en la vida de Emilia:


"Tres acontecimientos importantes en mi vida se siguieron muy de cerca: me vestí de largo, me casé y estalló la Revolución de septiembre de 1868".


Emilia tenía dieciséis años, y su marido, José Quiroga, estudiante de Derecho, veinte. En 1873 la familia Pardo Bazán abandonó temporalmente España. El viaje se prolongó por varios países de Europa, lo que despertó en Emilia la inquietud por los idiomas, con el deseo de leer a los grandes autores de cada país en su lengua original.


Su inquietud intelectual fue en aumento y, al regresar a España, entró en contacto con el krausismo a través de Francisco Giner de los Ríos, con quien le unió una gran amistad. El influjo de los krausistas la empujó a la lectura de los místicos y de Kant, y éstos, a su vez, la condujeron a Descartes, Santo Tomás, Aristóteles y Platón.


En 1876, año del nacimiento de su primer hijo, se dio a conocer como escritora al ganar el concurso convocado en Orense para celebrar el centenario de Feijoo. Gracias a Giner de los Ríos se editó en 1881 un libro de poemas de doña Emilia, titulado Jaime.


El conocimiento de las obras de sus contemporáneos la animó a escribir su primera novela, Pascual López. Autobiografía de un estudiante de medicina”, poco antes de aceptar la dirección de la Revista de Galicia, en 1880. En la línea naturalista se inscriben algunas de sus siguientes  novelas: La Tribuna (1883), así como las posteriores Los pazos de Ulloa” (1886), La madre naturaleza” (1887) y La piedra angular” (1891).


En 1891 emprendió una nueva aventura periodística con Nuevo Teatro Crítico”, revista fundada y escrita completamente por ella, que tanto en su título como en su planteamiento misceláneo, cultural en sentido amplio, y divulgativo quiso rendir homenaje a su admirado Feijoo, y en 1892 fundó y comenzó a dirigir la Biblioteca de la Mujer.


En 1908 publicó La sirena negra” cuyo tema central es la muerte, que escribió en el Ateneo de Madrid, donde fue nombrada Presidenta de la Sección de Literatura en 1906. Viajera infatigable, continúó además consignando sus impresiones en artículos de prensa y en libros.


Fue doña Emilia una figura reconocida en la vida literaria, cultural y social. En 1908 comienzó a utilizar el título de Condesa de Pardo Bazán, que le otorgó Alfonso XIII en reconocimiento a su importancia en el mundo literario; desde 1910 fuea consejera de Instrucción Pública y socio de número de la Sociedad Matritense de Amigos del País desde 1912.


El 12 de mayo de 1921, una complicación con la diabetes que padecía le provocó la muerte. Al día siguiente, toda la prensa habló de la escritora fallecida el día anterior, que fue enterrada en la cripta de la iglesia de la Concepción de Madrid.


Los pazos de Ulloa


Julián es el capellán de la casa señorial de los Pazos de Ulloa. Otros personajes son: Don Pedro, el Marqués, su criado Primitivo, la cocinera Sabel con la que el Marqués mantiene una relación amorosa de la que ha nacido Perucho, un niño al que le gusta andar con los animales.


Julián intenta durante toda la novela poner orden y paz cristiana en los Pazos, logrando desposar al Marqués con Nucha, una joven de la ciudad. El caciquismo y la lucha política ponen fin a la vida de Primitivo, el mayordomo que es en realidad el auténtico amo de los Pazos en la práctica, por su  implicación en los conflictos económico-políticos de la zona


Julián se enclaustra después en una parroquia de montaña lejos de los Pazos. El centro de atención de la novela se traslada ahora a Don Pedro, que toma la decisión de marchar a Santiago de Compostela, vivir allí con su mujer, su suegro y sus cuñadas, y esperar el nacimiento de su hija


Don Pedro y Nucha vuelven a los Pazos de Ulloa. La mujer del Marqués descubre que su marido y Sabel han reanudado sus relaciones y que Perucho es hijo de Don Pedro. El Marqués se implica en la campaña electoral a diputados por la provincia en la época de la Restauración borbónica, con Alfonso XII, Cánovas y Sagasta.

domingo, 15 de marzo de 2015

DE PALAS DE REY A MELIDE


Salida de Palas de Rey. Leyenda de San Julián. "San Xulián do Camiño". Los Pazos de Ulloa. Los Ulloa en Galicia. Curvian. "Meixide". Casanova. "Porto de Bois". Enrique de Trastámara y el Conde de Lemos. El Castillo de Pambre. La provincia de Coruña. Leboreiro. Furelos. Melide. Historia de Melide. Visita a la ciudad. Melide actual. El Camino Primitivo y el Camino del Norte.


El viajero sale de Palas de Rey por la "Rua dos Peregrinos" y por el "Campo dos Romeiros" hacia la carretera de Melide, y atraviesa por un puente el arroyo "Ruxian", que significa en lengua gallega "Río Julián". En toda esta zona tienen sus gentes gran devoción a San Julián. Cuenta una leyenda que San Julián era un soldado que mató por error a sus propios padres. En penitencia por su pecado se estableció como hospitalero en la ruta de Compostela para ayudar a los peregrinos en los primeros tiempos de la peregrinación jacobea, hasta que recibió la visita de un ángel para comunicarle el perdón divino.


Por "San Sebastián do Carballal" y "Gaiola de Baixo" se desvía de la carretera una "corredoira" que se dirige a "San Xulián do Camiño", pequeña aldea situada a tres kilómetros de Palas de Rey. "San Xulián" tiene un "cruceiro" y una iglesia con restos románicos del siglo XII: esquirlas, un ábside y un ventanal. La fachada, la espadaña, y casi todas las paredes fueron reconstruidas en el siglo XVIII.

Cerca de allí, en Curvian, al sur del camino, se encuentra la comarca de Ulloa, la tierra de la novela "Los Pazos de Ulloa", de Emilia Pardo Bazán. Todavía se conserva el Palacio de Villamayor, escenario de la novela, con sus escu dos, dovelas y hastiales, aunque actualmente convertido en una casa campesina:

“El valle asciende en suave pendiente extendiendo ante los pazos toda la lozanía de su ladera más feraz" 

escribió Emilia Pardo Bazán. El otro pazo citado en la novela fue un tiempo hostal de peregrinos y es ahora propiedad de un médi co de Allariz.



La familia de los Ulloa fueron señores feudales de las tierras gallegas. Todavía se recuerda desde los tiempos medievales a Alvar Alvarez de Ulloa, que salía de su castillo, con sus mesnadas, para exigir tributos y peajes a los caminantes a Compostela que pasaban por sus tierras, hasta que los edictos de Alfonso VI y la protección de las Ordenes de Caballería evitaron estas obligadas contribuciones.

En Curvian hubo una iglesia románica, de la que solamente queda el arco del pórtico. Más adelante se llega a Pallota y se cruza el arroyo de Laxa. Desde allí se puede contemplar un castro celta. El camino desciende hacia el valle del río Pambre, por "Outeiro da Ponte", "Pontecampaña" y "Meixide". En "Meixide" hay otra iglesia románica, que conserva la nave original y una puerta en el muro sur. Allí está el Pazo Mariñao, del siglo XVIII, que perteneció a los marqueses de Camarasa.

Pasado el río Pambre se sube al pequeño poblado de Casanova, donde estuvieron las escuelas Mato, que acogieron a toda la chiquillería de la zona en tiempo pasado y ahora se han habilitado como un albergue del Camino de Santiago. Pasado un tendido eléctrico de alta tensión se llega a "Porto de Bois", Puerto de los Bueyes, en cuyas inmediaciones tuvo lugar la batalla entre Enrique de Trastámara y el Conde de Lemos, partidario de Pedro I el Cruel. El enfrentamiento fue ganado por Enrique de Trastámara, y el Conde de Lemos perdió todos sus títulos y posesiones, y fue desterrado a Portugal.



El peregrino está cerca de la línea divisoria de las provincias de Lugo y de Coruña, en las proximidades de Campanilla y del Alto del Coto. Por una estrecha carretera se dirige hacia el Castillo de Pambre, fortaleza militar medieval, que resistió con éxito el ataque de los "Irmandiños" en el siglo XV. Es un bello ejemplar de la arquitectura feudal del norte de España, que albergó en otro tiempo a reyes, condes y otros nobles y caballeros, y que hoy es propiedad particular de un señor de Melide.

El Castillo de Pambre está rodeado de vegetación y desde sus alrededores puede verse un amplio paisaje. El viajero conversa con algunos visitantes madrileños que se han acercado hasta allí con sus coches. Antonio López Ferreiro escribió una novela histórica sobre el Castillo de Pambre, con este mismo título. En ella aparece Gonzalo Ozores de Ulloa, constructor de la fortaleza en el siglo XIV, que regresó a Galicia desde Francia después de la batalla de Montiel, en la que Beltrán Duguesclin ayudó a Enrique de Trastámara a derrotar definitivamente a su hermanastro Pedro I el Cruel, y a sucederle en el trono de Castilla.

El viajero entra en la provincia de Coruña por Cornixa y Leboreiro, después de recorrer algunas carreteras de la Galicia profunda desde el Castillo de Pambre y preguntar a los aldeanos por la salida al Camino de Santiago. Es difícil entender el cerrado lenguaje de estas gentes, aunque ya sea familiar el habla de los gallegos de las grandes ciudades. 

A Leboreiro se llega por una calzada medieval, que ha sido bien restaurada. Leboreiro es el "Campus Lepurarius" del "Codice Calixtinus". El nombre está relacionado, según Aymeric Picaud, con la abundancia de liebres en la época medieval, que aún debe persistir si consideramos el gran número de cazadores que hay en los "cotos" de los alrededores. Leboreiro fue una estación jacobea de gran importancia en la Edad Media. Actualmente es un pintoresco pueblo que todavía conserva el aspecto medieval. 

Leboreiro tuvo un hospital de peregrinos fundado por los Ulloa. Aún pueden verse sus escudos de armas en las pare des del edificio que albergó al hospital. Debió construirse en el siglo XII y funcionó hasta principios del siglo XIX. La localidad de Leboreiro aparece citada documentalmente en una donación del rey Fernando II al convento de Sobrado de los Monjes. En la plaza del pueblo hay un hermoso "cruceiro". La iglesia parroquial de Santa María es un templo románico del siglo XIII, que está bien conservado. Tiene una sola nave y un ábside semicircular. La portada presenta un arco de tendencia ojival. En el tímpano hay una figura de la Virgen sentada, con el Niño en el regazo, entre dos ángeles. En el interior hay pinturas murales del siglo XV con escenas de la Virgen María y de la flagelación de Cristo.

A la salida de Leboreiro se sigue la vieja calzada medieval hasta el Río Seco, que se cruza por el Puente de la Magdalena, restaurado en 1984. Era de construcción inicial del siglo XII. Tiene un solo arco de medio punto. El camino cruza después la aldea de Disicabo, y continúa por el antiguo "descampado" de la Magdalena. Ahora hay un andadero arbolado que rodea a unas naves industriales, y sigue paralelamente a la carretera de Melide. Después el camino se introduce en un bosque, muy sombreado a la hora del mediodía, y se aleja de la carretera para descender hacia el valle del río Furelos.


Los parajes de los alrededores de Furelos son verdes. En la ribera del río hay prados y zonas arboladas con sauces y alisos. Un puente de aspecto monumental cruza sobre el río. Tiene cuatro arcos y es de hechura medieval y estilo románico. Es uno de los más sugestivos del Camino de Santiago y se cita en el "Codice Calixtinus". Hasta el siglo XIX fue el único paso sobre el río Furelos. El pueblo está situado al otro lado del río. La iglesia parroquial es un templo románico dedicado a San Juan, sin gran importancia artística, que fue reconstruido en el siglo XIX. Furelos es una localidad de origen medieval de gran tradición jacobea, que perteneció a la Encomienda de Portomarín.

Desde Furelos el viajero se aproxima a Melide, en el corazón de Galicia, a cincuenta kilómetros de Santiago de Compostela. Por Melide pasan carreteras que van a Lugo, a Coruña, a Orense y a Pontevedra, a Lalín y a Betanzos. El nombre de Melide aparece citado en documentos del siglo X. Por allí pasaba una calzada romana. La zona estaba poblada desde el Neolítico y la Edad del Bronce. Se han encontrado restos arqueológicos prerromanos importantes, aunque no se ha podido precisar su antiguedad. 

Melide fue repoblado por el rey Alfonso IX en el siglo XIII. La villa medieval tuvo su asentamiento en la colina llamada "O Castelo", en donde había una fortaleza que fue destruida durante la revuelta de los "Irmandiños" en el siglo XV. Los Reyes Católicos no dejaron reconstruir la forta leza. La zona urbana se fue consolidando en las suaves laderas que rodean la colina. En la contienda entre Pedro I y Enrique de Trastáma ra la villa de Melide pasó a depender de los Ulloa, señores feudales de Galicia. Lope Sánchez de Ulloa fue uno de los más poderosos durante el siglo XV. Fue el padre del primer conde de Monterrey y el abuelo del primer conde de Altamira. Sus dos esposas, Leonor de Mendoza e Inés de Castro están enterradas en el convento franciscano del "Sancti Spiritus" en el centro de la ciudad.

En el siglo XVI perteneció a los Obispos de Compostela, que tenían el derecho a nombrar jueces y alcaldes. Por Melide pasaron personajes históricos como el químico, médico y alquimista Paracelso y el pintor flamenco Van Eick. Paracelso peregrinó a Compostela en pos de las ciencias ocultas y de los conocimientos médicos de la época, para uso de sus discípulos de la Escuela de Medicina de Basilea. Van Eick pintó como fondo de uno de sus cuadros la Catedral compostelana.

Los peregrinos medievales entraban en Melide por el barrio de San Pedro. De la iglesia románica de San Pedro, del siglo XII, no queda más que la portada lateral, que ha sido trasladada al Campo de San Roque, en el centro de la ciudad. Junto a la igle sia está uno de los más bellos "cruceiros" de Galicia, que Castelao ha considerado como uno de los más antiguos. La cruz y sus figuras son de estilo gótico del siglo XIV.

El peregrino se dirige hacia el centro de la villa por sus calles amplias y con mucho tráfico en estas primeras horas de la tarde. Allí está la iglesia del "Sancti Spiritus", de estilo gótico, del siglo XIV, con reformas posteriores. Junto a la iglesia estaba el antiguo hospital de peregrinos, que aún conserva en la fachada del edificio el escudo de los Ulloa. Frente a la iglesia está la "Casa do Concello", en una construcción barroca del siglo XVII, obra de Domingo de Andrade, que albergó en otro tiempo la Obra Pía de San Antonio. En la plaza del Ayuntamiento se puede visitar el Museo Arqueológico y Etnográfico de la "Terra de Melide", en el que hay catalogados más de cincuenta castros.


Por una calle estrecha y con gran pendiente se sube al Castillo. Después se puede bajar, cruzando la carretera nacional, hasta la iglesia de Santa María. Es una construcción  de estilo románico, del siglo XII. La iglesia tiene una sola nave y un ábside semicircular decorado con pinturas murales del siglo XV. La portada principal tiene un arco triunfal con tres archivoltas, columnas y capiteles. En uno de ellos está representado el profeta Daniel en el foso de los leones.
        
El municipio de Melide tiene actualmente más de ocho mil habitantes. Es una villa muy activa con ferias y mercados, donde destacan sus productos alimenticios: pan y quesos de gran fama. Melide tiene una importante producción ganadera y agroforestal y un turismo en aumento. Es cabeza de Partido Judicial y centro de transportes por su posición privilegiada en el centro del territorio de Galicia.                                                

Por Melide se unía al "Camino Francés" el "Camino Primitivo", que habían recorrido los peregrinos que visitaban Oviedo y su iglesia de San Salvador. Por Ribadeo entraban en Galicia multitud de caminantes ingleses, bretones, flamencos y tudescos, algunos de los cuales habían llegado por mar a las costas de Asturias. Otros venían por tierra desde Santillana del Mar, Luarca y Navia, siguiendo el llamado Camino del Norte. Por "Vilanova de Lourenza" y Mondoñedo llegaban a Abadín y "Terra de Cha" para adentrarse en el corazón de la provincia de Lugo.  






jueves, 12 de marzo de 2015

BIBLIOGRAFIA DE PARADELA, PORTOMARÍN Y PALAS DE REY


PARADELA Y PORTOMARIN.

- Paradela y su concello. Víctor L. Villarabid. Editorial Everest. Madrid. 1990.

- Del viejo al nuevo Portomartín. Víctor L. Villarabid. Editorial Eve rest. Madrid. 1985.

- Portomartín: monografía geográfica de una villa medieval. G.  Paz López. Ediciones de la Diputación Provincial de Lugo. Lugo. 1999.



DE PORTOMARIN A PALAS DE REY.

- A santa de Gonzar: un caso clínico do século XIX. José Varela de Montes y Vicente Taboada. Ediciones del Museo do Pobo Galego. Santiago de Compostela. 1993.

- Ensayo sobre Finistere: del alto de Vilar de Donas a la cima del Monte Nerio. Teodoro Sandomingo. Ediciones Moret. Coruña. 1967.

- O legado santiaguista de Vilar de Donas. José Luis Novo Cazón. Ediciones de la Dirección Xeral do Patrimonio Histó rico y Documental. Santiago de Compostela. 1989.

domingo, 8 de marzo de 2015

PALAS DE REY


Situación

El "concello" de Palas de Rei se encuentra en la comarca de Ulloa, provincia de Lugo. Su extensión es de casi 200 kilómetros cuadrados y dista de la capital 35 kilómetros 


Historia y descripción de Palas de Rei 

Palas de Rei es un municipio bastante conocido de Galicia porque el Camino de Santiago lo atraviesa. Aparece su nombre en el Códice Calixtino. También es conocido por su riqueza monumental de la época medieval: numerosas iglesias románicas y el importante castillo de Pambre.

Palas de Rei cuenta con un denso bagaje histórico. Todas las culturas y civilizaciones que han tenido importancia en España han pasado por Palas de Rei. Tal es el caso de los primeros pobladores celtas (existe una veintena de castros en municipio). 

También se establecieron aquí los romanos (puente de Ferreira), los suevos (fue sede obispal durante el reinado suevo) y los visigodos. La dominación árabe no dejó huellas en este territorio que desde muy pronto pasó a pertenecer a la Monarquía Asturiana.

Monumentos de Palas de Rey

Además del castillo de Pambre, en Palas de Rei tenemos un importante conjunto de iglesias románicas: Santiago de Alba, San Tirso, San Breixo, San Miguel de Coence, Santa Marina de Fontecuberta, Santa María de Marzá,...

Iglesia de Santiago de Alba

Es una Modesta iglesia con la nave bien conservada, aunque  rehecha en su cabecera. La puerta principal del oeste tiene de doble arquivolta.

Iglesia de San Tirso

Es obra original del siglo XII, pero de la que sólo nos ha llegado la portada principal. Tiene ésta una sencilla pero armónica estructura con arquivoltas de medio punto. Las  columnas tienen capiteles de hojas voluminosas. Un tímpano liso completa la puerta principal. 

Iglesia de San Miguel de Coence

La iglesia de San Miguel de Coence es similar a la de San Tirso, aunque tiene el tímpano esculpido en su portada. Muestra un bajorrelieve donde está inscrita en un círculo una misteriosa estrella de ocho brazos rematados en forma de "T". 
Iglesia de Santa María de Fontecuberta

Es un templo de una sola nave y un solo ábside con una ventana.  Tiene una arquivolta con decoración en tacos y canecillos que sostienen el alero. 

Castillo de Pambre

El castillo de Pambre es considerado como uno de los mejor conservados y de buena estampa de la provincia de Lugo y de toda Galicia, por ser de los pocos que se salvaron en las guerras irmandiñas. Actualmente es propiedad privada.

Fue erigido por Gonzalo Ozores de Ulloa en el siglo XIV y es de elegante arquitectura. Tras un primer recinto amurallado que posee una puerta con el escudo de los Ulloa, aparece el castillo como un cuadrilátero con torres prismáticas en las esquinas. La gran torre del homenaje se yergue en el centro y tiene planta cuadrada y varios pisos.

Turismo

El Camino de Santiago fue una vía de penetración económica y cultural desde muy antiguo. Por el Camino entró el arte románico, perpetuándose en una rica arquitectura religiosa con más de 40 iglesias. Para poder conocer todo este legado histórico se han habilitado numerosas rutas que se pueden recorrer a pie o en coche. El municipio destaca por su rica gastronomía, en la que sobresalen los afamados quesos de Ulloa. 

martes, 3 de marzo de 2015

VILAR DE DONAS




La iglesia de "Vilar de Donas" está vinculada al Camino de Santiago, por ser propiedad de Orden de los Caballeros de Santiago, los "guardianes del Camino". Fue declarada Monumento Nacional en 1931.


La iglesia es un ejemplo de cruz latina románica, con con tres ábsides abovedados y un crucero con bóveda de crucería. En el interior hay varios sepulcros de importantes caballeros de la Orden de Caballería y unos frescos góticos bien conservados (a pesar de no haberse realizado en ellos trabajos de mantenimiento)

Historia
La iglesia fue parte de un antiguo monasterio. Su nombre proviene de que en el monasterio sólo había mujeres. El cenobio fue fundado a principios del siglo XII por dos mujeres de la familia Arias de Monterroso.

Localización

La Iglesia de "Vilar de Donas" está situada proxima al Camino de Santiago, en las cercanías de Palas de Rei, en la comarca de "A Ulloa".

Monumento románico

La Iglesia de "Villar de Donas" es uno de los ejemplos más genuinos del románico vinculado al Camino de Santiago. En la zona baja hay un Cristo entre los reyes Juan II y María de Aragón y su hijo Enrique; el nivel central está ocupado por una Anunciación flanqueando la ventana que ilumina el altar. La parte superior corresponde a la bóveda del ábside, con pinturas que aluden al Juicio Final.



El Frontispicio tiene una bella portada con un arco abocinado de medio punto, con cuatro arquivoltas sobre columnas con capiteles muy decorados. La iglesia está coronada por un tornalluvias sostenido por un elegante friso, sobre el que descansan estatuas de San Miguel, San Bartolomé y la Virgen con el Niño. Unas arcadas exteriores perpendiculares a la fachada, completan el monumento, que está fabricado con sillería granítica y cubierto con pizarra.


En el Interior hay un baldaquino gótico del siglo XV (el único exento de las iglesias gallegas), un retablo mayor de granito con interesantes pinturas murales góticas en el ábside, de fines del siglo XIV y comienzos del XV. También hay varias piezas sepulcrales con armas de diversas familias. Destacan además los herrajes del portalón de entrada, de gran antigüedad.