domingo, 15 de marzo de 2015

DE PALAS DE REY A MELIDE


Salida de Palas de Rey. Leyenda de San Julián. "San Xulián do Camiño". Los Pazos de Ulloa. Los Ulloa en Galicia. Curvian. "Meixide". Casanova. "Porto de Bois". Enrique de Trastámara y el Conde de Lemos. El Castillo de Pambre. La provincia de Coruña. Leboreiro. Furelos. Melide. Historia de Melide. Visita a la ciudad. Melide actual. El Camino Primitivo y el Camino del Norte.


El viajero sale de Palas de Rey por la "Rua dos Peregrinos" y por el "Campo dos Romeiros" hacia la carretera de Melide, y atraviesa por un puente el arroyo "Ruxian", que significa en lengua gallega "Río Julián". En toda esta zona tienen sus gentes gran devoción a San Julián. Cuenta una leyenda que San Julián era un soldado que mató por error a sus propios padres. En penitencia por su pecado se estableció como hospitalero en la ruta de Compostela para ayudar a los peregrinos en los primeros tiempos de la peregrinación jacobea, hasta que recibió la visita de un ángel para comunicarle el perdón divino.


Por "San Sebastián do Carballal" y "Gaiola de Baixo" se desvía de la carretera una "corredoira" que se dirige a "San Xulián do Camiño", pequeña aldea situada a tres kilómetros de Palas de Rey. "San Xulián" tiene un "cruceiro" y una iglesia con restos románicos del siglo XII: esquirlas, un ábside y un ventanal. La fachada, la espadaña, y casi todas las paredes fueron reconstruidas en el siglo XVIII.

Cerca de allí, en Curvian, al sur del camino, se encuentra la comarca de Ulloa, la tierra de la novela "Los Pazos de Ulloa", de Emilia Pardo Bazán. Todavía se conserva el Palacio de Villamayor, escenario de la novela, con sus escu dos, dovelas y hastiales, aunque actualmente convertido en una casa campesina:

“El valle asciende en suave pendiente extendiendo ante los pazos toda la lozanía de su ladera más feraz" 

escribió Emilia Pardo Bazán. El otro pazo citado en la novela fue un tiempo hostal de peregrinos y es ahora propiedad de un médi co de Allariz.



La familia de los Ulloa fueron señores feudales de las tierras gallegas. Todavía se recuerda desde los tiempos medievales a Alvar Alvarez de Ulloa, que salía de su castillo, con sus mesnadas, para exigir tributos y peajes a los caminantes a Compostela que pasaban por sus tierras, hasta que los edictos de Alfonso VI y la protección de las Ordenes de Caballería evitaron estas obligadas contribuciones.

En Curvian hubo una iglesia románica, de la que solamente queda el arco del pórtico. Más adelante se llega a Pallota y se cruza el arroyo de Laxa. Desde allí se puede contemplar un castro celta. El camino desciende hacia el valle del río Pambre, por "Outeiro da Ponte", "Pontecampaña" y "Meixide". En "Meixide" hay otra iglesia románica, que conserva la nave original y una puerta en el muro sur. Allí está el Pazo Mariñao, del siglo XVIII, que perteneció a los marqueses de Camarasa.

Pasado el río Pambre se sube al pequeño poblado de Casanova, donde estuvieron las escuelas Mato, que acogieron a toda la chiquillería de la zona en tiempo pasado y ahora se han habilitado como un albergue del Camino de Santiago. Pasado un tendido eléctrico de alta tensión se llega a "Porto de Bois", Puerto de los Bueyes, en cuyas inmediaciones tuvo lugar la batalla entre Enrique de Trastámara y el Conde de Lemos, partidario de Pedro I el Cruel. El enfrentamiento fue ganado por Enrique de Trastámara, y el Conde de Lemos perdió todos sus títulos y posesiones, y fue desterrado a Portugal.



El peregrino está cerca de la línea divisoria de las provincias de Lugo y de Coruña, en las proximidades de Campanilla y del Alto del Coto. Por una estrecha carretera se dirige hacia el Castillo de Pambre, fortaleza militar medieval, que resistió con éxito el ataque de los "Irmandiños" en el siglo XV. Es un bello ejemplar de la arquitectura feudal del norte de España, que albergó en otro tiempo a reyes, condes y otros nobles y caballeros, y que hoy es propiedad particular de un señor de Melide.

El Castillo de Pambre está rodeado de vegetación y desde sus alrededores puede verse un amplio paisaje. El viajero conversa con algunos visitantes madrileños que se han acercado hasta allí con sus coches. Antonio López Ferreiro escribió una novela histórica sobre el Castillo de Pambre, con este mismo título. En ella aparece Gonzalo Ozores de Ulloa, constructor de la fortaleza en el siglo XIV, que regresó a Galicia desde Francia después de la batalla de Montiel, en la que Beltrán Duguesclin ayudó a Enrique de Trastámara a derrotar definitivamente a su hermanastro Pedro I el Cruel, y a sucederle en el trono de Castilla.

El viajero entra en la provincia de Coruña por Cornixa y Leboreiro, después de recorrer algunas carreteras de la Galicia profunda desde el Castillo de Pambre y preguntar a los aldeanos por la salida al Camino de Santiago. Es difícil entender el cerrado lenguaje de estas gentes, aunque ya sea familiar el habla de los gallegos de las grandes ciudades. 

A Leboreiro se llega por una calzada medieval, que ha sido bien restaurada. Leboreiro es el "Campus Lepurarius" del "Codice Calixtinus". El nombre está relacionado, según Aymeric Picaud, con la abundancia de liebres en la época medieval, que aún debe persistir si consideramos el gran número de cazadores que hay en los "cotos" de los alrededores. Leboreiro fue una estación jacobea de gran importancia en la Edad Media. Actualmente es un pintoresco pueblo que todavía conserva el aspecto medieval. 

Leboreiro tuvo un hospital de peregrinos fundado por los Ulloa. Aún pueden verse sus escudos de armas en las pare des del edificio que albergó al hospital. Debió construirse en el siglo XII y funcionó hasta principios del siglo XIX. La localidad de Leboreiro aparece citada documentalmente en una donación del rey Fernando II al convento de Sobrado de los Monjes. En la plaza del pueblo hay un hermoso "cruceiro". La iglesia parroquial de Santa María es un templo románico del siglo XIII, que está bien conservado. Tiene una sola nave y un ábside semicircular. La portada presenta un arco de tendencia ojival. En el tímpano hay una figura de la Virgen sentada, con el Niño en el regazo, entre dos ángeles. En el interior hay pinturas murales del siglo XV con escenas de la Virgen María y de la flagelación de Cristo.

A la salida de Leboreiro se sigue la vieja calzada medieval hasta el Río Seco, que se cruza por el Puente de la Magdalena, restaurado en 1984. Era de construcción inicial del siglo XII. Tiene un solo arco de medio punto. El camino cruza después la aldea de Disicabo, y continúa por el antiguo "descampado" de la Magdalena. Ahora hay un andadero arbolado que rodea a unas naves industriales, y sigue paralelamente a la carretera de Melide. Después el camino se introduce en un bosque, muy sombreado a la hora del mediodía, y se aleja de la carretera para descender hacia el valle del río Furelos.


Los parajes de los alrededores de Furelos son verdes. En la ribera del río hay prados y zonas arboladas con sauces y alisos. Un puente de aspecto monumental cruza sobre el río. Tiene cuatro arcos y es de hechura medieval y estilo románico. Es uno de los más sugestivos del Camino de Santiago y se cita en el "Codice Calixtinus". Hasta el siglo XIX fue el único paso sobre el río Furelos. El pueblo está situado al otro lado del río. La iglesia parroquial es un templo románico dedicado a San Juan, sin gran importancia artística, que fue reconstruido en el siglo XIX. Furelos es una localidad de origen medieval de gran tradición jacobea, que perteneció a la Encomienda de Portomarín.

Desde Furelos el viajero se aproxima a Melide, en el corazón de Galicia, a cincuenta kilómetros de Santiago de Compostela. Por Melide pasan carreteras que van a Lugo, a Coruña, a Orense y a Pontevedra, a Lalín y a Betanzos. El nombre de Melide aparece citado en documentos del siglo X. Por allí pasaba una calzada romana. La zona estaba poblada desde el Neolítico y la Edad del Bronce. Se han encontrado restos arqueológicos prerromanos importantes, aunque no se ha podido precisar su antiguedad. 

Melide fue repoblado por el rey Alfonso IX en el siglo XIII. La villa medieval tuvo su asentamiento en la colina llamada "O Castelo", en donde había una fortaleza que fue destruida durante la revuelta de los "Irmandiños" en el siglo XV. Los Reyes Católicos no dejaron reconstruir la forta leza. La zona urbana se fue consolidando en las suaves laderas que rodean la colina. En la contienda entre Pedro I y Enrique de Trastáma ra la villa de Melide pasó a depender de los Ulloa, señores feudales de Galicia. Lope Sánchez de Ulloa fue uno de los más poderosos durante el siglo XV. Fue el padre del primer conde de Monterrey y el abuelo del primer conde de Altamira. Sus dos esposas, Leonor de Mendoza e Inés de Castro están enterradas en el convento franciscano del "Sancti Spiritus" en el centro de la ciudad.

En el siglo XVI perteneció a los Obispos de Compostela, que tenían el derecho a nombrar jueces y alcaldes. Por Melide pasaron personajes históricos como el químico, médico y alquimista Paracelso y el pintor flamenco Van Eick. Paracelso peregrinó a Compostela en pos de las ciencias ocultas y de los conocimientos médicos de la época, para uso de sus discípulos de la Escuela de Medicina de Basilea. Van Eick pintó como fondo de uno de sus cuadros la Catedral compostelana.

Los peregrinos medievales entraban en Melide por el barrio de San Pedro. De la iglesia románica de San Pedro, del siglo XII, no queda más que la portada lateral, que ha sido trasladada al Campo de San Roque, en el centro de la ciudad. Junto a la igle sia está uno de los más bellos "cruceiros" de Galicia, que Castelao ha considerado como uno de los más antiguos. La cruz y sus figuras son de estilo gótico del siglo XIV.

El peregrino se dirige hacia el centro de la villa por sus calles amplias y con mucho tráfico en estas primeras horas de la tarde. Allí está la iglesia del "Sancti Spiritus", de estilo gótico, del siglo XIV, con reformas posteriores. Junto a la iglesia estaba el antiguo hospital de peregrinos, que aún conserva en la fachada del edificio el escudo de los Ulloa. Frente a la iglesia está la "Casa do Concello", en una construcción barroca del siglo XVII, obra de Domingo de Andrade, que albergó en otro tiempo la Obra Pía de San Antonio. En la plaza del Ayuntamiento se puede visitar el Museo Arqueológico y Etnográfico de la "Terra de Melide", en el que hay catalogados más de cincuenta castros.


Por una calle estrecha y con gran pendiente se sube al Castillo. Después se puede bajar, cruzando la carretera nacional, hasta la iglesia de Santa María. Es una construcción  de estilo románico, del siglo XII. La iglesia tiene una sola nave y un ábside semicircular decorado con pinturas murales del siglo XV. La portada principal tiene un arco triunfal con tres archivoltas, columnas y capiteles. En uno de ellos está representado el profeta Daniel en el foso de los leones.
        
El municipio de Melide tiene actualmente más de ocho mil habitantes. Es una villa muy activa con ferias y mercados, donde destacan sus productos alimenticios: pan y quesos de gran fama. Melide tiene una importante producción ganadera y agroforestal y un turismo en aumento. Es cabeza de Partido Judicial y centro de transportes por su posición privilegiada en el centro del territorio de Galicia.                                                

Por Melide se unía al "Camino Francés" el "Camino Primitivo", que habían recorrido los peregrinos que visitaban Oviedo y su iglesia de San Salvador. Por Ribadeo entraban en Galicia multitud de caminantes ingleses, bretones, flamencos y tudescos, algunos de los cuales habían llegado por mar a las costas de Asturias. Otros venían por tierra desde Santillana del Mar, Luarca y Navia, siguiendo el llamado Camino del Norte. Por "Vilanova de Lourenza" y Mondoñedo llegaban a Abadín y "Terra de Cha" para adentrarse en el corazón de la provincia de Lugo.  






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