martes, 30 de septiembre de 2014

EL PASO HONROSO

D. Suero de Quiñones


Uno de los hechos más conocidos, en la historia medieval del Camino de Santiago es el protagonizado por el caballero leonés, D. Suero de Quiñones a orillas del río Órbigo, retando a cualquier caballero que pasara por allí, a ajustar armas con él, una vez pasado el puente sobre el río. Corría el año jacobeo de 1434 y Suero de Quiñones, hijo del señor de Luna, Diego Fernández de Quiñones, recibía el mayorazgo de Valdejamuz.




Castillo de Suero de Quiñones

En el año 1431 D. Suero había estado en la Guerra de Granada. Mandaba  las tropas del Condestable, D. Alvaro de Luna, buscando riquezas y honores. Durante el cerco de Granada hubo un terremoto y se produjeron deterioros y derribos en la ciudad sitiada, aunque el campamento cristiano no sufrió ningún daño.

El Paso Honroso

El "Paso Honroso" fue un espectáculo con armas realizado por D. Suero de Quiñones, en las proximidades del cruce entre los caminos de Luna y de León a Astorga. ¿Qué se pretendía con la celebración del paso? . En el medievo europeo había tres tipos de espectáculos con armas: los torneos, las justas y el paso.




Puente sobre el río Órbigo

El paso prohibía pasar, por ello el nombre, a todo caballero sin batirse en armas con el mantenedor y sus compañeros. En estos combates sólo se usaban la lanza y la adarga o escudo, además de la loriga, cota y demás armamento defensivo.

Los combates se hacían a caballo, enfrentando al adversario o buscándole en su huida, y, si era posible, persistían hasta lograr romper tres lanzas (esa era la regla común). Si uno de los combatientes sacaba a su adversario de la montura, se daba por rota esa lanza, aunque no se rompiese en realidad. Los pasos fueron un gran espectáculo, y una auténtica propaganda de la nobleza. Y tenían sus exigencias y una normativa estricta:

Normas del Paso Honroso

  • Debía ser autorizado por el rey. Juan II autorizó el "Paso Honroso" el 1 de enero de 1434, en Medina del Campo.
  • Tendría que ser convocado con mucho tiempo de antelación y anunciado en todas las zonas de Europa.
  • Lo presidiría un tribunal con solvencia y autoridad para dirimir todo posible problema en el tiempo de su desarrollo.
  • Su realización exigía un descanso de otras preocupaciones ya que ocupaba a los interesados durante largo tiempo, dando además origen a otros muchos eventos, fiestas y negocios.
La razón del Paso Honroso

El "Paso Honroso" se realizó con el pretexto de honrar a la dama de la que estaba enamorado Suero de Quiñones. Se trataba de una de las muestras fehacientes de la puesta en escena del “Amor Cortés”, al entenderse que el caballero estaba "prisionero" del amor de una dama. Su rescate había sido fijado en trescientas lanzas para liberarse de su prisión.


Caballero medieval

Suero de Quiñones, y los caballeros que le acompañaron, como mantenedores, debían participar en cuantos combates fuesen necesarios, en el paso, hasta quebrar las trescientas lanzas, pues sólo así finalizaría la "prisión" del caballero, simbolizada por una argolla de hierro que Suero de Quiñones llevaba al cuello todos los jueves.

Rompiendo lanzas en el Paso Honroso


Desde el comienzo de los preparativos un escribano dio fe de los pormenores de los combates. Los gestos de caballerosidad fueron continuos y la puesta en escena fue deslumbrante. El primer día, en la ceremonia de apertura, puesto de pie sobre los estribos D. Suero, cubierto por sus vestidos más ricos y las armas relucientes de cualquier caballero, pidió en voz alta a los jueces que juzgaran sin respeto, amistad ni enemistad a todos los participantes.

El primer caballero  en acudir fue el alemán Arnald Rottenwald. Poco tiempo después comenzaron a llegar caballeros del reino de Aragón: aragoneses, valencianos y catalanes. Los catalanes se presentaron con carteles de batalla ofreciéndose a liberar a los peregrinos de Santiago del estorbo que suponía, a sus nobles fines, el paso y sus mantenedores. Esta afrenta al reto del leonés exacerbó los ánimos: Se hicieron carteles de combate y desafío por ambos bandos, conatos de combates múltiples,…, pero todo se apaciguó con la muerte, por puro accidente, del caballero catalán Asbert de Claramunt en combate con D.Suero.

Otras curiosidades del Paso Honroso

Hay ciertos datos, reflejados por el escribano, que nos resultan en extremo esclarecedores de lo que aparentemente se jugaba en el "Paso Honroso":

· Participaron 10 mantenedores y 68 caballeros externos. No se llegaron a romper las trescientas lanzas, pero los jueces dieron por cumplido el objetivo, y  liberaron a D. Diego de Quiñones de su compromiso.

·  Los caballeros que se opusieron a los mantenedores del paso, por su procedencia, nos permiten considerar un contenido político favorecido por el condestable D. Alvaro de Luna. 

·  Sólo acudieron tres caballeros no españoles. Ninguno de ellos era castellano. La presencia de caballeros del reino de Aragón fue casi exclusiva y se presentaron dos catalanes.

El Condestable de Castilla D. Álvaro de Luna

viernes, 26 de septiembre de 2014

HACIA ASTORGA

20. CAMINO DE ASTORGA

Salida de Villadangos del Páramo. Canal y tierras de regadío. Carretera de Orense. San Martín del Camino. Puente de Órbigo. El "Passo honroso" y Suero de Quiñones. Hospital de Órbigo. Hacia Villares de Órbigo. Santibañez de Valdeiglesias. Un día de mucho calor. Subida hasta el crucero de Santo Toribio. Vista de Astorga. Bajada a San Justo de la Vega. Camino de Astorga. Entrada en Astorga.


Salimos temprano de Villadangos del Páramo. Acababa de amanecer y todavía hacía algo de frío. Nos desviamos de la carretera hacia la derecha para cruzar el pueblo por calles que iban hacia las antiguas eras, donde se trillaban las mieses en otro tiempo no muy lejano. Dejamos también a la derecha el camino hacia Celadilla del Páramo y Santa María del Rey, localidades que están ligeramente al norte del Camino de Santiago, y tomamos otro camino que discu­rre paralelamente a la carretera de Orense, por el medio de una exuberante chope­ra, en los alrededores del Canal del Páramo, que ha transfor­mado estas tierras yermas en las actuales huertas y cultivos de regadío.

Una hora después de de salir de Villadangos llegamos a San Martín del Camino, donde desayunamos lo mejor que pode­mos en un bar que está abierto a esa temprana hora de la mañana. San Martín del Camino es un pequeño pueblo, que tiene una iglesia dedicada a San Martín, patrón de los peregrinos, que fue obispo de Tours, ciudad que se encuentra en el Camino de Santiago, en una de sus variantes en territorio fran­cés. Cuenta la leyenda que se le apareció Jesucristo con aspec­to de peregrino, solicitándole ayuda y cobijo. Martín cortó su capa con la espada y dio la mitad al supuesto pere­grino. En la iglesia de San Martín hay también imágenes de San Miguel, San Roque y San Antonio Abad. En el siglo XVII hubo en el pueblo un hospital para acoger a los peregrinos pobres, con algunas camas específicas para mujeres y sacerdotes que cami­naban hasta Compostela.


Cerca de Puente Órbigo

Recorremos más de seis kilómetros entre campos de cereales, especialmente maíz, y cultivos de remolacha azucare­ra, que van aumentando según nos acercamos al río Órbigo. Muy cerca de Puente de Órbigo nos desviamos de la carretera, por un camino, para entrar en el pueblo. Por la calle principal lo atrave­samos hasta llegar al puente del célebre "Passo Honro­so". En este lugar hubo una batalla entre los suevos y los visigodos en el año 452. Las tropas de Alfonso III el Magno detuvieron a los ejércitos cordobeses en el año 900, pero el aconte­cimiento que produjo mayor fama a la localidad fue el torneo medieval organizado por Suero de Quiñones en el año 1434.

Suero de Quiñones era un caballero leonés, hijo de Diego Fernández de Quiñones, Señor de Luna y Merino Mayor de Asturias, uno de los nobles castellano-leoneses de mayor poder, al servicio de Don Fernando de Antequera, tío del rey Juan II de Castilla. La familia de los Quiñones había pleitea­do con la Corona por el derecho a ser enterrados en la Cole­giata de San Isidoro de León, panteón real de los antiguos monarcas leoneses. Suero de Quiñones fue amigo del poderoso Condestable Don Alvaro de Luna, y al final de su vida protago­nizó con otros miembros de su familia la rebelión de la noble­za castellana que llevó al patíbulo al odiado Alvaro de Luna.

El "Passo Honro­so" constituyó un acontecimiento sin igual en el Camino de Santiago. Suero de Quiñones y nueve caballeros "mantenedores" más, solicitaron al rey Juan II autorización para establecer unas "justas" con todos los caba­lleros que pasaran por el puente sobre el río Órbigo durante treinta días, desde el diez de julio al nueve de agosto, hasta romper trescientas lanzas por el amor de Doña Leonor de Tovar, dama de la que estaba enamorado, según las reglas del "amor cortés", y con la que se casó posteriormente. Suero de Quiño­nes y los demás caballeros peregrinaron a Compostela después del torneo para dar gracias al Apóstol y dejar en prenda el brazalete de oro de su dama.



Puente del "Passo Honroso"

Pasado el puente del "Passo Honroso", de elegante y sólida estructura arquitectónica, llegamos a Hospital de Órbigo, localidad mayor que Puente de Órbigo, separada de ésta única­mente por el río, las amplias riberas arboladas y el largo puente. Hospital de Órbigo recibe su nombre del antiguo hospi­tal de peregrinos de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, Orden de Caballería de la época de las Cruzadas, que se asentaron en la zona en el siglo XII. La Orden Hospita­laria tuvo jurisdicción civil y eclesiástica sobre Puente de Órbigo y sus alrededores, hasta Astorga y hasta la misma ciudad de León, y derechos de portazgo, por el paso por el puente, de uso del agua y de la pesca del río Órbigo, y de los diezmos de todos los habitantes de su territorio. Pertenecie­ron a la Orden las iglesias de San Juan de Montealegre, San Román, Santa Ana, San Feliz de las Lavanderas y Riofrío de Órbigo. En todas ellas, además de la de San Juan de Hospital de Órbigo, tenían el derecho de propuesta de nombramiento de párrocos y vicarios.  
 

Hospital de Órbigo

Tomamos un refrigerio frente a la iglesia de San Juan, que tiene un pórtico con tres arcos, una torre campana­rio y un claustro posterior a la fachada principal. En el interior hay un retablo mayor, el coro y la puerta de la sacristía con cierto valor artístico. Fue construída inicial­mente en el siglo XII y restaurada en el siglo XVIII. La mañana no es muy calurosa todavía a la sombra de los árboles que hay frente a la iglesia. Varios peregrinos realizan el ritual de limpieza de las heridas de los pies y el imprescin­dible cambio de calcetines para evitarlas. Vamos a sellar el carnet de peregrinos a la casa el cura, en una localidad tan emblematica como ésta en todo el Camino de Santiago. Nos recibe con la mayor amabilidad y nos pone el sello y la fecha de nuestro paso por Hospital de Órbigo.

Salimos del pueblo con Toni y su mujer camino de Villares de Órbigo, por la derecha de la carretera de Astorga. Hace ya demasiado calor cuando empezamos a subir unas pequeñas rampas entre matorrales y encinas. El camino tras varias subidas y bajadas se aproxima a Villares de Órbigo por una pista asfaltada. En las inmediaciones del pueblo Teresa se siente indispuesta por el exceso de calor y una bajada del nivel de glucosa en sangre, típica dificultad del caminante, por lo que pasamos un buen rato en un bar de la localidad reponiendo las fuerzas antes de continuar caminando.

Desde Villares de Órbigo vamos a Santibáñez de Valdeiglesias, en poco más de media hora. Allí hay una iglesia llamada de la Trinidad, en la se pueden ver unas tallas de San Roque Peregrino y Santiago Matamoros. Evitamos el camino que continúa la subida al Monte de la Colomba y salimos de nuevo a la carretera de Astorga, en donde paramos a la sombra de los árboles, durante las horas de máximo calor, cerca del desvío a Estebánez de la Calzada.


           

Crucero de Santo Toribio

Seguimos paralelamente a la carretera general por una pista asfaltada, restos de la antigua carretera, en una subida suave, de varios kilómetros, hasta el alto de Santo Toribio, nombre de uno de los más célebres obispos de Astorga, de la época visigoda. En la parte más alta hay un crucero desde cuyas inmediaciones puede verse Astorga, con las torres de la Catedral y del Palacio Episcopal recortándose sobre las cumbres de la Cordillera Cantábrica.

Desde el crucero de Santo Toribio se inicia el descenso hasta San Justo de la Vega, por un camino escarpado, llamado Camino de la Cañada, algo más corto que la carretera. El calor ha remitido un poco porque el Sol se ha escondido entre una ligera bruma que cubre hasta donde se divisa el horizonte, más allá de la ciudad de Astorga. Se entra en San Justo por la calle del Hospital. Tomamos otro café, a media tarde, en el pueblo, mientras vemos pasar a muchos peregrinos que se dirigen hacia Astorga.

Por la calle de los Vientos salimos de San Justo de la Vega, buscando la carretera para pasar el río Tuerto por el puente. Algunos jóvenes se están bañando y tomando el sol en la ribera del río. Continuamos caminando durante tres kilóme­tros por un camino paralelo a la carretera, hasta la vía del ferrocarril. Por un puente romano nos aproximamos a las prime­ras casas de Astorga. La zona monumental céntrica se encuentra en el alto donde se construyó la ciudad romana y medieval. Siguiendo las flechas amarillas y las indicaciones sobre el albergue del Camino de Santiago nos disponemos a subir por una empinada cuesta hacia la Puerta del Sol, sobre la antigua muralla. Por esta puerta pasaron César Augusto, Teodorico y el propio Napoleón, comandando sus ejércitos.


Entrada a Astorga

Buscamos el albergue que está en la zona próxima a la calle de San Francisco, pero cuando llegamos, con la tarde muy avanzada, está lleno y no se admiten más peregrinos. Nos sugieren las instalaciones del polideportivo municipal, que ha acondicio­nado el Ayuntamiento de la ciudad, durante todo el verano para dar cobijo a los caminantes a Santiago de Compos­tela, pero preferimos buscar un hostal, porque ha sido un día muy duro y no tenemos colchonetas ni sacos para dormir en las instalaciones del polideportivo. 



martes, 23 de septiembre de 2014

LA VIRGEN DEL CAMINO


Santuario de la Virgen del Camino


El  Obispo de la Diócesis de León y el rector del Santuario de Nuestra Señora del Camino y Prior de los PP. Dominicos comunicaron a la comunidad diocesana y a todos los leoneses con fecha 24 de febrero de 2009, que en nombre de Su Santidad el Papa Benedicto XVI, iban a firmar un documento por el que la iglesia-santuario de la Virgen del Camino, patrona de León, era elevada a la categoría de Basílica Menor.

La concesión de este privilegio se hizo a instancias de la Diócesis de León, previa petición del Obispo y habiendo presentado una amplia documentación, preparada por la comunidad de los PP. Dominicos, relativa a la historia, significado y relevancia actual del Santuario desde el punto de vista litúrgico, pastoral, espiritual y social.

En la documentación se hizo constar también la importancia del Santuario desde el punto de vista de la arquitectura y del arte, que lo caracterizan como un notable ejemplo de arte religioso del siglo XX. No se ha olvidado tampoco su situación junto al Camino de Santiago, que le da una proyección internacional.

El Santuario fue inaugurado el 5 de septiembre de 1961. En 2003 se realizaron en él importantes mejoras.  Con vistas a la petición de declaración de Basílica el Obispo había procedido a consagrar la iglesia el 19 de noviembre de 2008, fecha aniversario de la coronación de la Virgen del Camino.

Fue decisivo para este reconocimiento la celebración del Año Jubilar diocesano eucarístico y mariano celebrado en León durante el año 2005 en honor de la Virgen del Camino y de San Froilán, año en que la sagrada imagen estuvo en la Catedral de León durante una semana del mes de mayo, recibiendo el homenaje de todos los leoneses.

La Virgen del Camino había bajado a León igualmente en mayo de 2003 con motivo del VII Centenario de la consagración de la “pulchra leonina” (Catedral de León).

Este título que en la diócesis leonesa ostenta tan sólo la Real Colegiata de San Isidoro, fue concedido por el Papa Pío XII en junio de 1943, vincula muy estrechamente el célebre santuario de la Virgen del Camino y del pueblo leonés con la Santa Sede Romana, cuyas cuatro iglesias principales (Catedral de S. Juan de Letrán, Santa María la Mayor, San Pedro del Vaticano y San Pablo Extramuros) tienen el título de Basílicas Mayores.

El Santuario de la Virgen del Camino


Está ubicado en La Virgen del Camino, León, y es hoy un moderno templo construido en 1961. Pero, si quisiéramos empezar por el principio, diríamos que primero fue una Ermita y, luego, el pueblo que nace junto a la Ermita. Por encontrarse en el "Camino de Santiago", fue fácil el nombre de Virgen del Camino o "Ventas del Camino", como se le conoció también.


Antigua ermita



¿Por qué se construyó la Ermita? Porque un día estaba un pastor de Velilla de la Reina, llamado Alvar Simón Fernández, el día 2 de Julio de 1505, fiesta de la Visitación de la Virgen, guardando su ganado y "entreteniéndose" con profundas reflexiones, cuando vio en el sitio en que hoy se encuentra la Ermita del Humilladero, la imagen de nuestra Señora, parecida en la forma a la Virgen del Camino de León.



En los primeros momentos tras la aparición, se construyó una ermita pequeña y pobre en el sitio que hoy se llama el Humilladero, como lugar señalado por el pastor Simón, de la presencia de la Virgen.



Pronto sintieron la conveniencia de acercar el Santuario al camino francés, ruta concurrida de peregrinos y de romeros, y accediendo a estos deseos el Cabildo y el Corregidor encargaron la construcción de otra ermita más amplia, en el lugar donde se encontró la piedra arrojada por la Virgen.

Nuevo santuario


En 1914, la Virgen del Camino obtuvo de Roma la declaración de patrona de la región leonesa. Y el 7 de junio de 1917, el Papa Benedicto XV autorizó la coronación canónica de la imagen de la Virgen del Camino, comenzando entonces una nueva devoción, que llenó como antaño el Santuario y pobló la explanada en las romerías, volviendo de esta forma a la memoria del pueblo cristiano el nombre de Nuestra Señora del Camino.



Desde la fecha de coronación de la Virgen, año 1930, surgen voces reclamando un nuevo santuario. Las carencias y limitaciones del existente parecían evidenciarlo. Hay más de un intento en este sentido, pero los elevados costes de una obra de esa envergadura, dilatan la espera durante largos años, hasta que en 1957 es colocada la primera piedra del nuevo Santuario.



El P. Francisco Coello de Portugal, arquitecto dominico, es el autor de todo el proyecto arquitectónico. Conjugará armoniosamente el hormigón, la madera, la piedra y el vidrio, según el nuevo estilo de arquitectura religiosa iniciado en la década de los años cincuenta.


La cruz del nuevo Santuario



El templo es un gran volumen rectangular, que sugiere la forma de un sepulcro que cobija a Cristo resucitado, con un  campanario de 53 metros de altura, lanzado como un grito de gloria en su verticalidad hacia los cielos.



Las esculturas y las cuatro puertas de acceso al Santuario, en bronce, están realizadas por el escultor catalán José María Subirachs. Las vidrieras del Santuario son obra del artista Roberto Rafols Casamada, y fueron hechas en la localidad francesa de Chartres por Gabriel Loir. Las vidrieras que se hallan en el Camarín de la Virgen y en la Sala de Exvotos, pertenecen al dominico P. Domingo Iturgáiz. Los trabajos de cantería fueron realizados por los hermanos Guisuraga.



En cuanto al interior, todo parece diseñado para sentirnos atraídos por el retablo del altar mayor y, en éste, por la figura central de la Virgen del Camino. La iglesia, incluido el Camarín de la Virgen, tiene cincuenta metros de longitud y dieciséis metros de ancho. Su altura es de trece metros, en la zona del presbiterio, descendiendo imperceptiblemente hasta los diez metros de la entrada.

  Presencia de los dominicos en León


La presencia de los dominicos en León se remonta a 1250. Ya entonces tenían el convento de Santo Domingo, situado extramuros de la ciudad, dando la casualidad de que hoy es el centro de León, por lo que su plaza se sigue llamando “de Santo Domingo”. Los frailes se dedicaban a las tareas apostólicas y docentes en los estudios de filosofía y teología. En la provincia de León los dominicos tuvieron varios conventos: Valencia de don Juan (1431), Palacios de Valduerna (1461), Astorga (1480), Santa María la Real de Trianos (1515).


Sede de los Dominicos en León



Las tropas napoleónicas quemaron el convento de la ciudad de León en 1809. Los pocos frailes que quedaron restauraron de nuevo el convento, que desapareció poco después con la desamortización de Mendizábal. En este contexto histórico, se entiende que los dominicos fueran nombrados, por un espacio de tiempo muy breve (1514-1515), capellanes de la ermita de la Virgen del Camino.



sábado, 20 de septiembre de 2014

BIBLIOGRAFIA DEL CAMINO DE SANTIAGO

      
     
1. LIBROS GENERALES

-Andando por el Camino de Santiago. Millán Clemente de Diego.    Editorial Pueyo. Madrid. 1965.

-El Camino de Santiago: estudio historico-jurídico. Elías Valiña Sampedro. Ediciones C.S.I.C. Madrid. 1971.

Portada del libro de Elias Valiña

-Guía del Camino de Santiago. Xosé Ramón Pousa. La voz de Galicia. La Coruña. 1982.

-Guía del peregrino: El camino de Santiago. Elías Valiña  Sampedro y otros. Ediciones Exminesa. Madrid. 1982.

-El Camino de Santiago. Brian y Marcus Tate. Editorial Destino. Barcelona. 1987.

-El Camino de Santiago. Yves Bottineau. Ediciones Orbis. Barcelona. 1987.

-El camino de Santiago. Eusebio Goicoechea Arrondo. Editorial   Everest. Madrid. 1988.

-El Camino de Santiago. Luis Carandell y otros. Editorial Lunwerg. Madrid. 1988. 

-Andando en solitario por la ruta jacobea. José María Tomé López. Ibercaja. Zaragoza. 1989.

-Diario de un mago. Paulo Coelho. Editorial Martínez Roca. Barcelona. 1990.

Portada del libro de Paulo Coello

-Códice calixtino. Luz Pozo Garza. Edicions Xerais de Galicia. Vigo. 1991.

-Ruta del viajero medieval: códice  calixtino. J. Miguel Martínez. Ediciones Sildavia. Santiago de Compostela. 1991.

-Viaje a Poniente. Domenico Laffi. Ediciones Sildavia. Santiago de Compostela. 1991.

-Las peregrinaciones a Santiago de Compostela. Luis Vázquez de   Parga, José María Lacarra, Juan Uría Riu. Ed. C.S.I.C. e Iberdrola. Bilbao. 1992.

-Pícaros y picaresca en el Camino de Santiago. Pablo Arribas Briones. Librería Berceo. Burgos. 1993.

Pícaros y Picaresca en el Camino de Santiago

-El Camino de Santiago. Eusebio Goicoechea Arrondo. Ediciones    Everest. Madrid. 1993.

-Las artes en los caminos de Santiago. José María de Azcára­te. Universidad de Oviedo. Oviedo. 1993.

-En camino a los cuarenta: guía para peregrinos del Camino de Santiago. Juan Luis García Huorcade. Editorial Edinumen.  1993.

-El Camino de Santiago: guía completa. Editorial Anaya.  Madrid. 1993.

-El Camino de Santiago. Cayetano Enríquez de Salamanca. Ediciones El País. Madrid. 1993.

-De Roncesvalles a Compostela. José Antonio Vizcaino. Edito­rial El Avapies. Madrid. 1993.

-Guia medieval do peregrino: Códice Calixtino, libro V Jacobi Liber Sancti. Edicions Xerais de Galicia. Vigo. 1993.

-El Camino de Santiago: itinerario y núcleos de población. Jean   Passini. Ministerio de Obras Públicas y Transportes, Centro de Publicaciones. Madrid. 1993.

-Santiago, camino de Europa: culto y cultura en la peregrinación a Compostela. Rosa Alcoy y otros. Fundación Caja de Madrid. Madrid. 1993.

-El Camino de Santiago: de Roncesvalles a Santiago. Miguel   Esteban de Iscar y otros. Ediciones Equipo Guardo 92. Guardo,  Palencia. 1994.

-"Tu solus peregrinus": viaje interior por el Camino de Santiago. Fray Antonio Torres Prieto. Abadía de Silos. Santo  Domingo de Silos. 1996.

-Guia práctica del peregrino: el Camino de Santiago. Millán Bravo Lozano. Editorial Everest. León. 1997.

-El Camino de Santiago. Isidro Bango Torviso y Fernando Sánchez Dragó. Ediciones Prosegur. Madrid 1998.

-El Camino de Santiago. Isidro Bango Torviso. Editorial Espasa-Calpe. Madrid. 1999.

-Camino de Santiago: historia  de un andar milenario. María Merino. Ediciones Acento. 1999.

-El peregrino. Jesus Torbado. Editorial Planeta. Barcelona. 1999.

-Historia mágica del Camino de Santiago. Fernando Sánchez Dragó. Editorial Planeta. Barcelona. 1999.

Portada del libro de F. Sánchez Dragó

-Las peregrinaciones jacobeas. Luciano Huidobro Serna. Edi­ciones de la Dipu­tación Provincial de Burgos e Iberdrola.  Burgos. 1999.

-Caminaron a Santiago: relatos de peregrínaciones al fin del mundo. Klaus Herbers y Robert Plötz. Xerencia de Promoción do Camiño de Santiago. A Coruña. 1999.

-El mundo de las peregrínaciones: Roma, Santiago, Jerusalén. Fernando Lopéz Alsina. Ediciones Lunwerg. Barcelona. 1999.

-El Camino de Santiago para paganos y escepticos. Tomás Álvarez Domínguez. Ediciones Endimión. Madrid. 2000.

Camino para paganos y escépticos

 2. LIBROS  PROVINCIA DE LEÓN

-El Camino de Santiago en tierras de León. Antonio Viñayo González. Editorial Everest. Madrid. 1976.

-El Camino de Santiago en Castilla y León. Pablo Arribas Briones. Consejo General de Castilla y León. Burgos. 1982.

-Viajes y viajeros por tierras de León. R. Escudero y J. García Prieto. Editorial Rigel. Oviedo. 1984.

Viajes y viajeros por tierras de León

-Viajeros por León: siglos XII-XIX. Concha Casado Lobato y Antonio Carreira Vérez. Editorial Santiago García. León.  1985.

-Por tierras de León. Cesar Morán Bardón. Diputación  provincial. León. 1987.

-El Camino de Santiago en Castilla y León. Pascual Martínez Sopena. Consejería de Cultura y Bienestar social. Valladolid. 1990

-El arte Prerromanico en Castilla y León. Javier Sáinz Sáinz. Editorial Lancia. León. 1996.

-Castilla y León según la visión de los viajeros extranjeros: siglos XV a XIX. Agustín García Simón. Consejería de Educación y Cultura. Valladolid. 1999.

-A través de León por el Camino de Santiago. Ricardo Puente. Editorial Albaneja. León. 1999.