domingo, 12 de abril de 2015

LOS QUESOS DE ARZÚA-ULLOA


El Queso de Arzúa Ulloa es el queso gallego por excelencia, aunque en el resto del país sea más conocido el de tetilla. La zona de producción de leche dedicada a la elaboración de los quesos Arzúa-Ulloa comprende los municipios de las comarcas de Arzúa, Melide, A Ulloa y Chantada, además de otros cercanos en las comarcas de Santiago, Ordes, Betanzos y Lugo.

Es un queso con forma de disco y tamaño medio, elaborado con leche de vaca, procedente de las razas rubia gallega, frisona, pardo-alpina y sus cruces. De las tres variedades que se pueden encontrar: curado, de granja y de pasta blanda.

Queso Curado: Elaborado con leche de vaca, cruda o pasteurizada, tiene un período de maduración mínimo de seis meses. Su forma es lenticular o cilíndrica y la cara horizontal superior puede ser ligeramente cóncava.

Presenta una corteza no diferenciada de color amarillo muy intenso, brillante y de aspecto graso. Su pasta, amarilla intensa, es muy compacta, con aroma lácteo y un fuerte olor a mantequilla ligeramente rancia. La sensación olorosa es penetrante y picante. El sabor es semejante a la mantequilla, con ligeras notas a vainilla y frutos secos. En su composición presenta un mínimo del 50% de grasa y un 65% mínimo de extracto seco.

El queso Curado se caracteriza por su dureza, siendo difícil el corte, y puede fracturarse en astillas, principalmente en los bordes. Su aroma es muy intenso, de tipo lácteo muy evolucionado, con una sensación olorosa penetrante y con cierto olor picante. Su sabor es algo más salado, con una acidez menor, y aromas predominantemente a mantequilla con ligeras notas a vainilla y a frutos secos.


Queso de Granja: Elaborado con leche cruda o pasteurizada, procedente en su totalidad de vacas de la propia explotación. Las características generales de este queso son el aroma, inicialmente a leche fresca y a yogur, apareciendo el aroma a mantequilla a medida que madura, junto con matices de vainilla, nata y nueces. El sabor es ligeramente salado, con un característico punto de acidez.


Queso de pasta blanda: Tiene corteza lisa, fina y de color amarillo, es fácil de cortar con un cuchillo, produciendo un corte fácil que deja adivinar la textura cremosa interior. Una vez cortado advertimos su cremosidad: al presionar sobre la corteza, el interior se muestra compacto, con pequeños ojos, elástico y tierno, de un uniforme color marfil. Desprende un olor a leche fresca que invita a probarlo.


Es muy agradable en boca, con un sabor cercano a la mantequilla, aunque algo más suave. Tiene acidez baja y con un ligero punto de sal. Se adivina graso en el paladar. Funde estupendamente y ofrece una textura muy agradable y fácil de comer. Conserva el calor durante un buen rato, mostrándose blando y elástico mientras espera en la mesa. 

Al tener un sabor suave combina bien al fundir con diversos productos, respetando el sabor de estos y brindando un buen lecho para gambas, pimientos de piquillo o chistorra. Su textura y sabor suaves lo hacen ideal a la hora de degustarlo crudo con productos dulces: miel de brezo sobre tostadas, y también con dulce de membrillo, resultando ambas combinaciones muy sabrosas.

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