El Albergue de Ribadiso de la Xunta de Galicia inició su
funcionamiento para la celebración del Año Santo Compostelano de 1993. Era
necesario habilitar un lugar de acogida en Arzúa, a 36 Km. de Santiago. Para ello
se restauró un pequeño complejo de antiguas viviendas, cuadras y una pequeña
cerería junto al río Iso. El lugar se eligió porque en documentos medievales ya
se mencionaba la existencia allí de un Hospital de Peregrinos, el de
"Ribadiso da Ponte", que se identifica con la construcción más grande
del hoy Albergue de peregrinos.
Al Albergue se llega tras una etapa de suaves colinas y
firme bastante en buen estado para el caminante, que atraviesa una de las
comarcas que mejor definen la vida de la Galicia agrícola del interior: prados
muy verdes, alguna plantación forestal, y explotaciones ganaderas, que nos
indican estar atravesando una de las principales zonas de producción láctea de
Galicia. Llegamos al Albergue de Ribadiso justo al pasar el puente medieval
sobre el río Iso, que da nombre al lugar.
El Albergue de Ribadiso está en buen estado de conservación.
En realidad es como una pequeña aldea, con varias casas que se abren a un patio
común. El granito y la piedra de la zona están presentes en el pavimento. Su
cercanía al río permite al peregrino remojar los pies dañados por el esfuerzo
sin sufrir por ello la molestia de los mosquitos. Al río se accede desde el
prado del propio Albergue por una pequeña escalinata. Podemos acercarnos con
toda seguridad al río, ya que su poca profundidad y suave corriente permiten no
sólo remojarse sino incluso un darse un pequeño baño.
Está gestionado por la Xunta de Galicia, en su Red de
Albergues del Camino. Los peregrinos piensan que este espectacular albergue
es uno de los más hermosos de toda la ruta. Posiblemente sea el que más por sus
vistas y por el acierto en la recuperación de tan vistoso conjunto. Se recomienda no perderse la puesta de
sol vista desde el puente medieval. Invita a descansar, a disfrutar de un
entorno tradicional y silencioso y a tumbarse en los prados de la propia finca
del Albergue.
Está completamente equipado: dotado de una
sala común y una cocina de especial encanto. Lo malo de su ubicación es que Ribadiso es un
pequeño núcleo urbano que apenas tiene servicios, por lo que si se quiere
cocinar habrá que proveer las viandas antes o recurrir a sus exiguos bares de la localidad. El resto de
necesidades para los viajeros (cajeros, supermercados y tiendas de
alimentación, oficinas de información, centro médico y farmacia) hay que
cubrirlas en la cercana villa de Arzúa, a 2 km. de distancia, tras superar una
empinada cuesta.
Hay otro albergue en Ribadiso, de propiedad privada, llamado “Los
Caminantes”, junto al albergue de la Xunta. Los peregrinos también tienen buena
opinión sobre el Albergue “Los Caminantes”:
- Magnífica la estancia en este
albergue. Para mi uno de los mejores en los que he estado.
- Muy buen albergue. Camas muy cómodas. Agradable y bien equipado, con todo lo necesario y con una ubicación extraordinaria.
- Un sitio idílico y muy limpio.
Ideal para desconectar.
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