Cee se halla en el lugar donde se une la carretera de A Coruña a Fisterra con la de Cee a Tui, que recorre toda la costa occidental gallega sin apartarse del litoral, hasta A Guarda y Tui.
La ciudad
La población, de 7.197 habitantes, se ocupa principalmente en la pesca, la industria, la agricultura y el comercio. Las industrias principales son la fábrica de Carburos Metálicos de Brens y la construcción de barcos de pequeño tonelaje.
La ría
A ambas orillas de la ría se van acortando distancias entre las villas de Cee y Corcubión, sobre todo después de la creación del barrio de A Seca, en terrenos ganados a la propia ría. El desarrollo demográfico lleva camino de trasformar el conjunto urbano en una pequeña ciudad.
La ría lleva el nombre de Corcubión por haber residido en esta villa desde tiempos históricos la capital de la jurisdicción, pero la mayor parte de su costa, en la orilla meridional, pertenece al municipio de Cee. Suelen designarse como límites la península de Quenxe, y O Pindo (Carnota).
Un poco de historia
Hay abundante documentación de Cee en el siglo XVI. Tenía una considerable importancia la pesca, especialmente la de cetáceos. Fue entonces cuando se construyó la iglesia, en estilo gótico tardío. La iglesia fue reconstruida después del destrozo provocado por los franceses, pero conserva algunas partes de aquella edificación primitiva.
Cultura y ocio
La villa de Cee, en claro momento de desarrollo y expansión, se ha convertido en el centro natural de la comarca, suplantando en este sentido a la histórica Corcubión. Ha sabido además conservar el encanto de las antiguas casas de piedra, de las estrechas calles de irregular trazado con hermosos y bien cuidados callejones. Sobresale, como nota típica, el hecho de mantener en pie muchos hórreos de piedra, dentro del núcleo urbano, cuando normalmente este elemento constructivo sólo se da en el ambiente rural.
Iglesia Parroquial
La iglesia parroquial fue reedificada en el siglo XIX, pero conserva la capilla mayor y su bóveda de arco apuntado de la primitiva construcción ojival, de supervivencia gótica, del siglo XVI. La fachada principal y las dos torres se construyeron en 1878.
Castillo del Príncipe
En la parroquia de Ameixenda, emparejado con el castillo del Cardenal de Corcubión, se construyó en el siglo XVIII el castillo del Príncipe. Fue proyectado por el ingeniero Llovet y terminado por el francés Carlos Lemaur, con objeto de defender la ría, Estaba provisto de 88 hombres y 12 cañones. Perdido su valor estratégico, fue adquirido por particulares que lo convirtieron en residencia veraniega privada. El príncipe a que se refiere su nombre es el que luego sería rey de España con el nombre de Carlos IV (1788-1808).
Playa de Estorde
El municipio de Cee es irregular, sus límites son algo arbitrarios y no responden a una unidad geográfica definida. Pertenece a las tierras costeras del área fisterrana, aunque las altas lomas próximas lo protegen de las inclemencias provenientes de los vientos del mar abierto.
En sus alrededores está el pequeño enclave de Estorde, playa segura y tranquila, al abrigo del arco fisterrano. El clima de Cee es templado y húmedo, propio de la costa noroccidental gallega.
Corcubión
Corcubión está en la más alta de las Rías Baixas, posee las características de estas y anuncia las propias de la costa más al norte. Así, esta tierra de transición conjuga en perfecta armonía el sosiego y la calma de las Rías Baixas y la bravura y la naturaleza viva características de la Costa da Morte.
El Municipio de Corcubión es uno de los más pequeños de Galicia, en extensión, y tiene una población de unos 2000 habitantes. Está constituido por dos parroquias, San Marcos de Corcubión (zona urbana) y San Pedro de Redonda (zona rural).
Orígenes de Corcubión
Los orígenes de Corcubión son antiguos. La procedencia del nombre de la localidad indica que este territorio estuvo poblado desde época anterior a los romanos. Los restos de castros existentes, entre los que destaca el castro de Quenxe, son vestigios vivos de este pasado.
El puerto de Corcubión tenía importancia desde tiempos romanas. Los cronistas clásicos mencionan que la población pertenecía a la tribu celta de los nerios. Los romanos llegaron a Fisterra (Finis Terrae) donde se situaba el Ara Solis, y se asentaron en la zona. Numerosos de vestigios arqueológicos dan fe de la presencia romana en Corcubión.
Iglesia de San Marcos
El núcleo primitivo de Corcubión tuvo su origen más al interior de su ubicación actual. A partir del siglo XIII, cuando los piratas dejan de llegar a sus costas, la población comienza a instalarse al lado del mar y se construye la iglesia parroquial de San Marcos.
Últimos tiempos
A partir de la Edad Media comienza a conocerse bien la historia de Corcubión, cuando pasa a depender de los Condes de Trastámara. El antiguo pazo de los Condes es testigo de esta etapa. Posteriormente pasó a depender de la casa de Altamira.
A partir del siglo XVIII se instalan industrias de salazones con capital de familias nobles y burguesas catalanas, actividad que se consolidó en el siglo siguiente. En la ría de Corcubión está documentada su presencia desde el año 1755. Para defender la ría ante ataques del exterior se construyó en el siglo XVIII el Castillo del Cardenal, fortificación que formaba pareja con el Castillo del Príncipe, en Cee.
A principios del siglo XIX el pueblo de Corcubión luchó contra la ocupación francesa. En respuesta a esta resistencia, los ejércitos franceses incendiaron y saquearon la villa. En la segunda parte del siglo XIX y principios del XX Corcubión tiene un nuevo resurgir que se refleja en la contrucción de varios edificios modernistas.
En el siglo XX, Corcubión sufrió la emigración como el resto de Galicia, principalmente a Buenos Aires. Durante la época de la República y la Guerra Civil, Corcubión, junto a la vecina villa de Cee, fue uno de los núcleos máis activos de la zona debido al movimiento obrero que se organizó en torno a la fábrica de carburos, canalizado a través de la CNT y la UGT.
En la actualidad Corcubión es cabeza de partido judicial y concentra la mayoría de los servicios administrativos del extremo occidental galego, sigue viviendo de la pesca y del marisqueo pero también de la industria, la construcción y sobre todo del sector servicios que ocupa el 70% de la población activa.
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