ALFONSO VI DE LEÓN
Estatua de Alfonso VI
Alfonso VI, rey de León desde 1065, nació en Toledo en el año 1047. Fue también rey de
Galicia y de Castilla desde
1072. Durante su reinado
se conquistó la ciudad de Toledo, en el año 1085, y tuvieron lugar las batallas de Uclés y Sagrajas.
Era
hijo del rey Fernando I de León y de su esposa, la reina Sancha
y nieto de Sancho Garcés III, rey de Pamplona y de Alfonso V de
León. Fue hermano de Sancho II el Fuerte, rey de Castilla,
de García de Galicia, y de las infantas Elvira de
Toro y Urraca de Zamora.
Como
segundo hijo varón a Alfonso no le habría correspondido heredar. Fernando
I convocó una "Curia Regia" para dar a conocer sus disposiciones
testamentarias en las cuales, decidió repartir su patrimonio entre sus hijos, A
Alfonso le correspondió el Reino de León, y los derechos sobre
el reino taifa de Toledo.
La
muerte de su hermano Sancho, que no dejó descendencia, permitió a Alfonso ser proclamado rey de Castilla y de Galicia.
La “Leyenda de Cardeña” (siglo XIII) sitúa la
jura que tomó El Cid en la iglesia de Santa
Gadea de Burgos para exculpar a Alfonso de su posible
participación en el asesinato de su hermano. Ello produjo una desconfianza
entre Alfonso VI y el Cid, y el posterior exilio de éste de las tierras de
Castilla.
Jura en Santa Gadea
En 1084, la ayuda de Alfonso VI al rey taifa de Toledo le permitió tomar la ciudad en mayo de 1085. La ocupación de Toledo, Talavera y Mayrit (Madrid) sin resistencia, incorporó el territorio situado entre el Sistema Central y el río Tajo, y sirvió de base de operaciones para la corona leonesa, desde donde pudo emprender un hostigamiento contra las taifas de Córdoba, Sevilla, Badajoz y Granada.
Alfonso
VI fomentó la seguridad del Camino de Santiago También
impulsó la introducción de la reforma cluniacense en los monasterios de
Galicia, León y Castilla. El monarca sustituyó la liturgia mozárabe o
toledana por la romana.
El
primer documento que se conserva de Alfonso VI está relacionado con el Camino
de Santiago, ya que consiste en la anulación de un portazgo que se cobraba a
los peregrinos en el puerto de Valcarce, al pasar de la comarca leonesa del
Bierzo al reino de Galicia. Alfonso afirma en el documento que lo elimina por
la prosperidad no sólo de Hispania, sino también de Italia, Francia y Alemania.
Ya estaban llegando grandes cantidades de peregrinos de esas tierras.
Valle de Valcarce
El rey leonés seguió manifestando esa preocupación por el Camino a lo largo de todo su reinado, construyendo y reparando puentes, hospitales, calzadas,... y concediendo ventajosos fueros a las poblaciones que se encontraban junto al Camino.
Ante
la llegada de peregrinos de todas las partes de Europa, se hizo evidente la
necesidad de un templo más grande en Compostela. En el año 1075 el obispo Diego
Peláez y el rey Alfonso VI acometieron la construcción de la catedral románica
sobre la tumba del Apóstol, que no sería parcialmente concluida hasta 1122
(según el Codex Calixtinus).
En
el año 1076 visitó en La Rioja a Domingo García, un eremita que se estaba
haciendo famoso por su entusiasmo en mejorar las infraestructuras del Camino de
Santiago, y que andando el tiempo sería conocido como Santo Domingo de la
Calzada. El rey Alfonso VI apoyó firmemente su labor constructiva.
Sabemos
que Alfonso peregrinó a Compostela varias veces en su vida. Mostró una especial
predilección por Sahagún a la que potenció con un fuero y la cesión a Cluny del
monasterio dedicado a los santos Facundo y Primitivo. Por el Camino circularon
ideas de todo tipo. Un ejemplo fue el nuevo arte románico, firmemente impulsado
por Cluny, y que recibió influencias de ambos lados de los Pirineos.
Monasterio benedictino de Sahagún de Campos
También circularon innovaciones religiosas: a diferencia del resto de Europa occidental la Península Ibérica usaba el llamado rito hispánico. Tenía su propia forma de celebrar las misas y otras manifestaciones religiosas. Esto disgustaba mucho en Roma, ya que podía propiciar un nuevo cisma, por lo que el papa Gregorio VII obligó a Alfonso VI a cambiarlo por el rito romano.
Unido
al cambio de rito litúrgico llegó el cambio en la forma de escritura: hasta el
siglo XI en el reino de León se usaba la escritura visigótica, pero a
partir de entonces se fue introduciendo la que era propia de tierras francesas,
llamada letra carolina. El Camino de Santiago también jugó su papel en la
difusión de la nueva letra, ya que a lo largo de él fueron surgiendo
poblaciones de francos que preferirían su propia escritura a la visigótica nativa.
En
1105 Alfonso VI concedió a Compostela un privilegio importantísimo que en
principio estaba reservado al rey: acuñar moneda. Ello supuso una nueva fuente
de riqueza para el obispado, pues suponía la recaudación de nuevos
impuestos. Como última muestra de amor por el Camino, Alfonso VI viajó
nuevamente a Compostela en 1108 después de haber recibido la "vara de peregrino".
Alfonso
VI falleció en la ciudad de Toledo el día 1 de julio de 1109, a
los sesenta y dos años de edad. Su cadáver fue conducido a la localidad leonesa
de Sahagún, siendo sepultado en el Monasterio de San Benito,
cumpliéndose así la voluntad del monarca. Los restos mortales del rey
fueron depositados en un sepulcro de piedra colocado a los pies de la iglesia
del monasterio.
En
la actualidad, los restos mortales de Alfonso VI reposan en el Monasterio de
las monjas benedictinas de Sahagún, a los pies del templo, en un arca de piedra
lisa cubierta de mármol, y en un sepulcro cercano yacen los restos de varias de
las esposas del rey.
Tumba de Alfonso VI
Pedimos disculpas por el retraso en nuestra publicación por ser el periódo de vacaciones.
ResponderEliminar