En 1757 en Nava de la
Asunción se estableció
el Mayorazgo de la "Casa del Caño" por un canónigo de la
Catedral de Segovia. El Mayorazgo
durante el siglo XIX perteneció a la familia Gil de Biedma. Jaime Gil de
Biedma, el conocido poeta de los años cincuenta, fue un miembro de esta familia.
Jaime Gil de Biedma
Nació en 1929 en
Barcelona, en una familia de la alta burguesía. Estudió Derecho
en Barcelona y Salamánca, donde obtuvo la licenciatura en esta carrera.
Su poesía evolucionó desde los primeros poemas intimistas al compromiso social de “Compañeros de viaje”.
- Versos a Carlos Barral (1952)
- Según sentencia del tiempo (1953)
- En favor de Venus (1965)
- Moralidades (1966)
- Poemas póstumos (1968)
- Colección particular (Seix Barral, 1969)
- Diario del artista seriamente enfermo (1974), memorias
- El pie de la letra: Ensayos (1980), Crítica, Barcelona
- Antología poética (1981) Alianza
- Las personas del verbo (1982), Seix Barral, Barcelona.
Fue miembro de la “Escuela de
Barcelona” y se relacionó con Gabriel Ferrater, Carlos Barral, Juan Marsé y el
poeta Luis Cernuda. En su obra poética recurrió al coloquio y a la ironía para
destacar asuntos sociales y existenciales. Su poesía se ha considerado como una
de las más relevantes de su generación, la de los llamados “poetas sociales” de la España de los años 50. También escribió
algunos ensayos literarios.
Himno a la juventud
A qué vienes ahora,
juventud,
encanto descarado de la vida?
Qué te trae a la playa?
Estábamos tranquilos los mayores
y tú vienes a herirnos, reviviendo
los más temibles sueños imposibles,
tú vienes para hurgarnos las imaginaciones.
De las ondas surgida,
toda brillos, fulgor, sensación pura
y ondulaciones de animal latente,
hacia la orilla avanzas
con sonrosados pechos diminutos,
con nalgas maliciosas lo mismo que sonrisas,
oh diosa esbelta de tobillos gruesos,
y con la insinuación
(tan propiamente tuya)
del vientre dando paso al nacimiento
de los muslos: belleza delicada,
precisa e indecisa,
donde posar la frente derramando lágrimas.
juventud,
encanto descarado de la vida?
Qué te trae a la playa?
Estábamos tranquilos los mayores
y tú vienes a herirnos, reviviendo
los más temibles sueños imposibles,
tú vienes para hurgarnos las imaginaciones.
De las ondas surgida,
toda brillos, fulgor, sensación pura
y ondulaciones de animal latente,
hacia la orilla avanzas
con sonrosados pechos diminutos,
con nalgas maliciosas lo mismo que sonrisas,
oh diosa esbelta de tobillos gruesos,
y con la insinuación
(tan propiamente tuya)
del vientre dando paso al nacimiento
de los muslos: belleza delicada,
precisa e indecisa,
donde posar la frente derramando lágrimas.
Desde 1974, Biedma padeció una crisis que le hizo dejar la vida literaria y le recluyó en una actitud nihilista: Las características de una sociedad que no era capaz de cambiar la historia y el conformismo y desencanto del mundo intelectual de los años 70 le llevaron a la desesperación. Fracasaron sus esfuerzos por sobrevivir a la apatía de este conformismo social. Prácticamente no tuvo producción literaria hasta su muerte en enero de 1990.
Sus restos mortales fueron
incinerados y enterrados en el panteón familiar de Nava de la Asunción (Segovia) donde había vivido largas temporadas y
donde escribió muchos de sus poemas. Entre ellos está el que inmortalizó el jardín de la "Casa del
Caño", llamado "el jardín de los melancólicos".
En el jardín de los melancólicos
En el jardín, leyendo,
la sombra de la casa me oscurece las páginas
y el frío repentino de final de agosto
hace que piense en ti.
El jardín y la casa cercana
donde pían los pájaros en las enredaderas,
una tarde de agosto, cuando va a oscurecer
y se tiene aún el libro en la mano,
eran, me acuerdo, símbolo tuyo de la muerte.
Ojalá en el infierno
de tus últimos días te diera esta visión
un poco de dulzura, aunque no lo creo.
En paz al fin conmigo,
puedo ya recordarte
no en las horas horribles, sino aquí
en el verano del año pasado,
cuando agolpadamente
-tantos meses borradas-
regresan las imágenes felices
traídas por tu imagen de la muerte...
Agosto en el jardín, a pleno día.
Desde 1990 en Segovia y desde 2004 en Nava de la Asunción, se entregan unos premios de poesía dedicados a su memoria (Premios de Poesía Jaime Gil de Biedma).
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