Descendemos la calle del albergue y giramos a la derecha para salir de Olveiroa por una pista asfaltada, junto a un lavadero. A la altura del mojón 34,558, se tuerce a la izquierda para cruzar un arroyo y tomar una senda que desemboca en otra pista que se dirige al embalse do Castrelo, en el río Xallas.
Tras una curva tomamos, por la derecha, un camino que sube hacia una línea de aerogeneradores. Más adelante dejamos este camino y avanzamos por la ladera de la montaña paralelamente al río Xallas, que fluye encajonado por una tupida vegetación. Hay unas vistas espectaculares del río desde este lugar. Bajamos hasta Vao de Ripas, donde cruzamos el “rego de Hospital” por un puente de piedra. Subimos una empinada cuesta y entramos en Logoso, aldea situada en las laderas del monte Castelo.
Entramos en el albergue de Logoso y tomamos un café y unos bocadillos. Atravesamos esta localidad y abordamos una subida al Monte Sino, que nos conduce hasta la aldea de Hospital, donde existió un antiguo hospital de peregrinos que fue destruido por las tropas napoleónicas. Allí cogemos la carretera CP-3404. A los pocos metros de la carretera hay un bar a mano izquierda, donde también pueden avituallarse los caminantes. Pasado el bar acortamos un trecho por la carretera antigua para desembocar en la rotonda donde se encuentra el mojón que bifurca los caminos a Fisterra y Muxía .
Continuamos por la izquierda, en dirección a Fisterra. El camino de la derecha conduce a Dumbría y Muxia. Pasada una antigua fábrica de carburos de Ferroatlántica, que siempre echa humo por su chimenea, dejamos la carretera por la derecha para tomar una pista en buen estado, rodeada de un paisaje de tojos, pinos y eucaliptos. El camino va por el alto de Buxantes, pasando al pie del petroglifo de “Pedra Ancha” donde, según la tradición, habitaba el “vaker” o monstruo que devoraba a los peregrinos.
Esta ruta nos conduce hasta el crucero de Marco do Couto, donde como en otros célebres lugares del Camino, los peregrinos suelen dejar una piedra cogida por los alrededores.
Continuamos por un terreno similar hasta la ermita de Nuestra Señora de las Nieves. Allí hay un merendero donde podemos hacer un alto en el camino. Después recorremos el repoblado monte do Lousado por cómodas pistas hasta la ermita de San Pedro Mártir, en la parroquia de Pereiriña. Manuel Vilar cita que "la construcción puede estar relacionada con el monasterio de Santa Tasia".
Prolongamos la caminata hasta el cruceiro da Armada, que podemos observar a mano derecha. Desde allí ya se puede ver el Cabo Fisterra bañado por el Atlántico.Tras el crucero sobreviene un empinado descenso, con vistas a la ría de Corcubión, que conduce hasta Camiños, Chans y Cee, lugares donde hay opción de finalizar la etapa gracias a la apertura de varios albergues privados.
El itinerario conduce por el Campo Sacramento y rúa Magdalena hasta el centro de Cee, donde se encuentra la iglesia de Santa María de Xunqueira, del siglo XVI y con capilla mayor de estilo gótico. Cee estuvo poblada en la antigüedad por los Nerios. Hacia el siglo XII fue una pequeña villa agrícola y en los tiempos actuales es el municipio más grande de la Costa da Morte con cerca de 8.000 habitantes.